En el engaño ese de Dios que le vendió un terreno y una casita en el cielo a una viuda, el juez dijo que fueron los propios rasgos narcisistas de la víctima la que propiciaron el engaño. Esto me hizo pensar un poco. Porque a todos nos pueden engañar. A mí misma, le estuve dando casi semanalmente algo de dinero a un hombre mayor que pedía en la calle, me daba mucha lástima lo que me contaba, y no te creas que le daba 20 céntimos. Aguinaldo por Navidad. Un día leemos en el periódico que había muerto solo, Habían encontrado una fortuna en su casa. Nadie está libre de que lo engañen. Otra cosa es que se crean elegid@s por Brat Pit, un atractivísimo y condecorado militar, el presidente de Bélgica, una gachí que podría estar en la portada de Playboy que además lo puede hacer millonario, ahí creo que estas personas en parte sí están convencidas de que son algo especial.
Dicho esto, me da mucha lástima, los últimos años pidiendo prestado a su asesino que ya se veía de lejos que era un indeseable, siendo evitadas por la vecindad de toda la vida, y el horroso final. Espero que el pakistaní lo pague muy duro. No tiene perdón, pues no fue ni siquiera un ataque repentino, que ya había agredido a una de ellas gravemente.
En el caso de la señora que cayó en la estafa de "Dios" puede haber un rollo narcisista de la víctima creyendo sentirse especial, una "elegida". Que es por ejemplo, el perfil de los captados en las sectas.
A todos nos pueden engañar contándonos historias dandono pena, etc. Cuentas lo del señor que pedía por la calle, que me ha recordado a un tipo que pide en la puerta de la iglesia de mi barrio. El tipo este tiene paga, dicho por él mismo, y hasta se permite pasar los veranos en Benidorm, pero ahí está pidiendo y en cuanto saca algo se va al estanco a comprarse tabaco, no del barato precisamente. Como le tenemos calado y ya nadie le da, empieza con el sermón "yo es que vivo muy mal", pues tanto él como la novia con dos pagas y sin trabajar, dos pagas. En alguna ocasión ha engañado a algún incauto, pero hay que tener mucho cuidado.
Yo una vez le di a otro que pedía en la misma iglesia, para conocer de primera mano que vivía en un piso que ya lo quisiera yo para mí, quería el dinero para beber a escondidas de la familia.
En esta estafa en concreto de Morata de Tajuña se trata de ambición por conseguir los prometidos 7 millones de euros, codicia total, porque perdieron la cabeza por esto, y hasta la vida.
En el tema de las famosas preferentes, que fue un escándalo, la investigación flipó en colores con lo que decían un buen número de afectados. Decían que estaban invirtiendo en esas preferentes para sacar dinero rentable sin que se enterasen sus hijos, es decir, que querían tener más y más pero a escondidas, que no se enterasen los hijos por si no les iban a sablar, ya que lo prometido era muchísimo dinero y se veían todos montados en un futuro cercano. Al final les sablaron pero bien a todos y perdieron muchísima pasta, la que no querían "dar a los hijos". Ironías de la vida.
Algunos se sienten especiales con sus novios y novias virtuales, y de no tener sentido de la realidad (como la estafada "por Brad Pitt", pero ya esto ha sido una ida de pinza tremenda, porque ha acabado con un triple asesinato.
La cadena de barbaridades ha sido muy heavy, durante siete años, y que no querían darse cuenta de donde se habían metido.
Esto es parecido al síndrome de la aversión a la pérdida económica, que el que está palmando pasta no quiere reconocer que ha perdido el dinero, y quiere o seguir jugando (si es ludópata) o seguir sacando dinero de debajo de las piedras por otros pufos en los que están metidos.