Yo conozco varios casos así donde han acabado con maleta en puerta. Y a los meses fueron hablando y acabaron volviendo. Es verdad que no se volvió a repetir el asunto, pero yo creo que esa fase de comerse consecuencias fue esencial para el aprendizaje a posteriori.
En mi opinión, muchas veces son huidas del compromiso, como una manera de demostrarse a sí mismos que "no están atados" y en esos casos con un susto espabilan y reorganizan prioridades, porque sí les importa lo que tienen.
Sí ya es falta de amor, mucho remedio no tiene. Volverán a las mismas tarde o temprano, porque es un problema estructural.
Pero si no, un tiempo de reflexión por ambas partes a veces hace maravilla por generar diálogo y evolución y también arrojar luz sobre áreas de la relación que pueden estar fallando (aunque el s*x* vaya bien, puede que no tengáis comunicación profunda, esté fallando la conexión emocional, no habláis de lo que sentís, ni de las dudas, carencias, o angustias que podéis tener...). Muchas infidelidades o excesivos apegos con compañeros/as de trabajo no son necesidades sexuales, sino puramente emocionales.
Con un niño pequeño en común, yo al menos lo consideraría.