La salud del papa

Por motivos laborales, durante unos días no voy a poder seguir actualizando diariamente y trayendo el enlace del Santo Rosario, por favor, podría encargarse alguien? Gracias.

Yo mañana estaré reunida a la hora del Santo Rosario, pero podría traerlo antes si está disponible (no sé si se podrá) y me dices dónde puedo obtener el link, @Reverendo.

¡Saludos!
 
Manos hinchadas, problemas para deglutir, en silla de ruedas: lo que nos cuenta la foto del Papa sobre su salud

ABC

Una imagen vale más que mil palabras. Por eso, el Papa Francisco aprobó la publicación de la foto que ofreció ayer el Vaticano, la primera en 31 días en el hospital. Aunque no se le ve completamente el rostro, la instantánea aporta información muy valiosa sobre las condiciones clínicas en las que se encuentra el Pontífice.

El mensaje general es que el Papa resiste y no se rinde a la enfermedad, no tira la toalla, y que está dispuesto a seguir adelante. Sin embargo, prefiere que no se le vean los ojos. Significa también que él decidirá cuándo aparecer en público, manteniendo su intimidad en este «momento de prueba», como él ha calificado a la larga hospitalización. «Cada uno se deja fotografiar como cree necesario», responden desde la Oficina de prensa cuando se les pregunta por qué la foto es de espaldas y no se muestra la cara.

Otro dato muy relevante es que el Papa ha vuelto a celebrar la misa. Es la primera vez que ha podido hacerlo desde que fue ingresado en el hospital el 14 de febrero. Los otros cuatro domingos se ha limitado a «participar». Significa que se siente con energías para tener la ceremonia, una neta mejora física.

En cuanto su apariencia física, es razonablemente buena para un paciente de 88 días que lleva un mes en el hospital. Sigue usando silla de ruedas, y no está demasiado delgado, ni tiene el rostro hinchado como cuando fue ingresado en el Gemelli. Es una importante mejora.

Sí que tiene hinchadas las manos, que el fotógrafo intentaba tapar con la estola. Se atribuyó a que recibe la terapia farmacológica por vía intravenosa. Según explican desde el Vaticano, la causa es «la menor movilidad, pero ya este lunes ha mejorado». Por eso Francisco está aumentando el tiempo que dedica a fisioterapia motora.

En la fotografía se ve que el Papa no está usando las cánulas de oxígeno. Significa que ya no necesita recibir oxígeno las 24 horas del día. Desde la oficina de prensa se ha confirmado que «en algunos momentos puede prescindir de la oxigenoterapia», por ejemplo, cuando debe desplazarse dentro del apartamento. Se refiere sólo a intervalos de tiempo muy breves. Estos días los médicos han empezado a suministrarle «menos tiempo la oxigenación a altos flujos con las cánulas nasales, intercalarla con la oxigenación a flujo normal». Por la noche sigue usando la máscara de «ventilación mecánica no invasiva».

No ha pasado desapercibido que entre las dos velas del altar se ve un vaso de agua con una pajita, que indica que tiene algunos problemas para deglutir. No necesariamente se trata de una cuestión grave, pero sí de un dato relevante.

La fotografía refleja las «ligeras graduales mejoras» que se mencionan en las declaraciones del portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. Quienes acompañan al Papa en el Gemelli refieren que están dando muy buenos resultados la fisioterapia respiratoria y motora. Los médicos dicen que necesitan más tiempo para detectar los cambios en su situación clínica, y que no podrán dar un próximo boletín médico «al menos antes del miércoles». En todo caso, les tranquiliza ver que lleva 14 días sin crisis respiratorias.

Este lunes «el Papa ha pasado el día entre la oración, el descanso y un poco de trabajo». Es su nueva normalidad. «La situación del Papa se mantiene estable», asegura la oficina de prensa. Desde el Vaticano se filtra que aún no existe fecha para darle de alta, y que su agenda pública seguirá suspendida.
 
Salud del Papa Francisco, en directo: última hora desde el Vaticano y parte médico

La Razón

Sigue en directo la última hora sobre el estado de salud del Papa Francisco. El Santo Padre requiere un menor flujo de oxígeno en su terapia después de 33 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios y, para pequeños traslados, puede prescindir de las cánulas nasales.

Sus médicos han constatado "leves mejorías" con la fisioterapia respiratoria y motora y su situación sigue siendo "estable", según fuentes vaticanas. La Santa Sede publicó en la tarde del domingo la primera foto del pontífice argentino en el hospital, mientras concelebraba una misa en la capilla del apartamento privado de los papas en la décima planta del hospital.

Estado de salud del Papa Francisco, en directo hoy: última hora desde el Vaticano y parte médico

Actualizado a las 08:30

08:25

Muniain, Neymar, Pirlo... el mundo del fútbol se vuelca con el Papa Francisco

Grandes nombres del mundo del fútbol como el italiano Andrea Pirlo, el brasileño Neymar o el español Iker Muniain, capitán del San Lorenzo, el equipo del Papa, mostraron su apoyo y desearon una pronta recuperación a Francisco, ingresado desde el pasado 14 de febrero por una neumonía bilateral. Lea aquí la información completa.

08:22

El próximo parte médico se espera este martes o el miércoles

Francisco, de 88 años, está ingresado desde el 14 de febrero en el Gemelli a causa de una neumonía bilateral y, aunque ha pasado por cuatro crisis difíciles, en las últimas semanas ha experimentado una lenta y gradual mejoría, saliendo del "peligro inminente".

Debido a esta estabilidad, los médicos que le atienden han decidido no publicar un boletín médico sobre su salud cada día. El próximo se espera para hoy martes o el miércoles.

08:20

Reduce la inflamación gracias a la fisioterapia motora

Las fuentes explicaron que, "por primera vez", y muestra de dicha mejoría, el Papa necesita flujos menores de oxígeno durante el día y en "pequeños traslados" puede dejar de usar las cánulas nasales. Para acudir a la capilla, por ejemplo, puede quitárselas para retomar la oxigenación mientras preside la misa.

"Los altos flujos de oxígeno continúan pero ahora hay una alternancia con niveles inferiores. Es la primera vez que no usa todo el tiempo altos flujos con cánulas", aseveraron. Además, se está consiguiendo reducir la inflamación que presentaba gracias a la fisioterapia motora

08:18

Primera foto del pontífice argentino en el hospital

La Santa Sede publicó en la tarde del domingo la primera foto del pontífice argentino en el hospital, mientras concelebraba una misa en la capilla del apartamento privado de los papas en la décima planta del hospital Gemelli.

En la imagen, Francisco no contaba con las cánulas nasales con las que recibe oxígeno a altos flujos durante el día (por la noche recurre a la ventilación mecánica no invasiva, a una máscara).

El Vaticano difunde la primera foto del papa desde su hospitalizaciónEl Vaticano difunde la primera foto del papa desde su hospitalizaciónAgencia EFE

08:17

El Papa requiere menos flujo de oxígeno

El Papa Francisco requiere un menor flujo de oxígeno en su terapia después de 32 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios y, para pequeños traslados, puede prescindir de las cánulas nasales.

Sus médicos han constatado "leves mejorías" con la fisioterapia respiratoria y motora y su situación sigue siendo "estable", según explican fuentes vaticanas.
 
El Papa requiere menos flujo de oxígeno en su terapia después de 32 días hospitalizado

Diario de Noticias

El Papa Francisco requiere un menor flujo de oxígeno en su terapia después de 32 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas respiratorios y, para pequeños traslados, puede prescindir de las cánulas nasales.

Sus médicos han constatado "leves mejorías" con la fisioterapia respiratoria y motora y su situación sigue siendo "estable", según explican fuentes vaticanas.

32 días hospitalizado

La Santa Sede publicó en la tarde del domingo la primera foto del pontífice argentino en el hospital, mientras concelebraba una misa en la capilla del apartamento privado de los papas en la décima planta del hospital Gemelli.

En la imagen, Francisco no contaba con las cánulas nasales con las que recibe oxígeno a altos flujos durante el día (por la noche recurre a la ventilación mecánica no invasiva, a una máscara).

Las fuentes explicaron que, "por primera vez", y muestra de dicha mejoría, el papa necesita flujos menores de oxígeno durante el día y en "pequeños traslados" puede dejar de usar las cánulas nasales.

Para acudir a la capilla, por ejemplo, puede quitárselas para retomar la oxigenación mientras preside la misa.

"Los altos flujos de oxígeno continúan pero ahora hay una alternancia con niveles inferiores. Es la primera vez que no usa todo el tiempo altos flujos con cánulas", aseveraron.

Además, se está consiguiendo reducir la inflamación que presentaba gracias a la fisioterapia motora.

Francisco, de 88 años, está ingresado desde el 14 de febrero en el Gemelli a causa de una neumonía bilateral y, aunque ha pasado por cuatro crisis difíciles, en las últimas semanas ha experimentado una lenta y gradual mejoría, saliendo del "peligro inminente".

Debido a esta estabilidad, los médicos que le atienden han decidido no publicar un boletín médico sobre su salud cada día. El próximo se espera para el martes o el miércoles.
 
¿Renunciará el Papa? Ni Francisco ni la Iglesia creen en esa opción, salvo en caso extremo

El País

El papa Francisco tiene 88 años, cumplidos en diciembre pasado, lleva un mes en el hospital Gemelli de Roma con una neumonía bilateral y, aunque ha estado en situación crítica, parece que ha superado lo peor y está en vías de recuperación. Sin embargo, hay muchas preguntas sobre la mesa, dada su edad, su fragilidad y, sobre todo, el precedente de la renuncia de Benedicto XVI, que en 2013 dejó el cargo al considerar que no se encontraba en condiciones de seguir. Ni el Pontífice ni la Iglesia creen en esa opción, salvo en caso extremo. Francisco es ya el Papa más anciano desde León XIII, que falleció en 1903 con 93 años. Su hospitalización es la más larga de un Pontífice tras los 55 días de Juan Pablo II en 1981.

¿Cómo está el Papa?

El Papa ya está mejor, parece que lo peor ha pasado y ya ni hay partes médicos diarios. Jorge Mario Bergoglio, ingresado el 14 de febrero, ha atravesado días muy críticos, pero el pasado lunes los médicos anunciaron que estaba fuera de peligro. Desde entonces su salud ha ido mejorando. Pero aún no hay fecha de salida del hospital. Entre otras cosas, porque sigue necesitando ayuda para respirar. Durante la noche, con ventilación mecánica con mascarilla, y durante el día, con oxigenación de alto flujo, mediante cánulas nasales. Este lunes fuentes vaticanas han señalado por primera vez que en algunos momentos ya respira sin ayuda, como se percibía el domingo en la primera foto difundida. Con la curación de la neumonía el Papa debería recuperar la autonomía, pero no se sabe hasta qué punto, y ya se habla de la posibilidad de habilitar un equipo médico en su habitación en la residencia Santa Marta del Vaticano, donde reside. Este lunes fuentes vaticanas han reiterado que su salida del hospital “no es inminente”.

¿Aunque salga del hospital, estará en condiciones de gobernar la Iglesia?

Esa es la pregunta clave para la que falta un dato decisivo, ver en qué condiciones está realmente, porque solo este domingo el Vaticano difundió la primera imagen de él en un mes, y estaba de espaldas. La única fuente de información han sido los escuetos partes médicos. También se escuchó su voz, el mensaje grabado que se emitió el pasado 6 de marzo, y más que tranquilizar, aumentó la preocupación. Su voz era frágil y entrecortada. En realidad, explican los expertos, la voz prácticamente desaparece con una neumonía, a cualquier edad. Y debería recuperarse. Otra pregunta es si va a necesitar respirar con mascarilla, y si se verá un Papa con bombona de oxígeno en actos públicos. Sea como fuere, el Papa y el Vaticano se adaptarán a la nueva situación, con menos exposición pública y recorte de agenda.

En todo caso, incluso en los peores momentos de su convalecencia, Bergoglio ha lanzado mensajes claros de que ha seguido al mando de la Iglesia católica. A diario se han hecho públicos nombramientos de obispos y otras decisiones. El Vaticano, con toda la intención, siempre ha subrayado que sigue consciente y lúcido. La idea esencial es la que dijo ya hace tres años, cuando comenzó a moverse en silla de ruedas, por sus problemas en las rodillas, y le preguntaron si pensaba renunciar: “La Iglesia se gobierna con la cabeza, no con las rodillas”. Mientras tenga cabeza, seguirá.

Además, ni el Papa ni el Vaticano temen mostrar la imagen de un Pontífice anciano y en declive, ya lo hizo Juan Pablo II durante sus últimos años, en los que sufría síndrome de Parkinson y estaba muy deteriorado. Refuerza la idea de que el papado es vitalicio, que está en manos de Dios, de aceptar la vejez y la cercanía de la muerte. Pero, obviamente, esta vez hay un factor nuevo: la renuncia de Benedicto XVI en 2013.

¿Por qué se ha hablado de una posible dimisión?

Este mes, como varias veces más en los últimos años, cada vez que el Papa tenía problemas de salud, se ha hablado de si podría renunciar. El precedente de Joseph Ratzinger hace que sea una pregunta perfectamente pertinente. Por eso los periodistas lo han preguntado a cada cardenal que se dejaba entrevistar, y por la misma razón la respuesta ha sido que es posible si Francisco quiere. Pero lo cierto es que el debate no existe en público, ningún cardenal, ni siquiera los enemigos acérrimos de Francisco, del bando más conservador, lo han pedido. Es más, son contrarios, un factor que puede resultar paradójico si no se conocen bien las dinámicas internas de la Iglesia: para los más tradicionales, la renuncia de Benedicto XVI fue una dramática y peligrosa ruptura de reglas milenarias que no debe repetirse.

El cardenal Gerhard Ludwig Müller, por ejemplo, uno de los referentes de este sector, ya dijo en 2023 que estaba “absolutamente en contra” y llegó a decir que la decisión de Ratzinger no fue “reflexionada de forma clara, ni dogmática, ni canónica”. Ahora ha repudiado todo cotilleo sobre el cónclave o sucesores y ha vuelto a repetirlo: “La dimisión de un Papa no puede considerarse una opción”. Es muy llamativo que en la prensa italiana no haya quinielas y listas de papables, ni cálculos sobre el cónclave, al contrario de lo que ocurría en los últimos años de Juan Pablo II.

¿Francisco podría dimitir?

Sí, claro, él mismo lo ha dicho sin rodeos. En 2022 ya contó que, tras ser elegido, en 2013, escribió una carta con su renuncia y la entregó al secretario de Estado, entonces Tarcisio Bertone, para usarla “en caso de impedimento por motivos médicos”. En 2023 volvió a explicar que no tendría problema en renunciar si no se viera en condiciones de seguir, pero ya aclaró que sería un caso extremo, reducido a la pérdida de facultades mentales, porque “no tiene que convertirse, digamos, en una moda, una cosa normal; yo creo que el ministerio del Papa es ad vitam”.

“En esto el Papa tiene razón totalmente, es una postura muy sabia. Hay que pensar en los eventuales problemas de cohabitación”, opina Giovanni Maria Vian, director del Osservatore Romano, el diario vaticano, entre 2007 y 2018. “En mi opinión, no renunciará. A menos que la situación sea desastrosa, y en este momento la información que tenemos no permite llegar a esa conclusión”.

¿Por qué la renuncia es problemática?

No debe olvidarse que la dimisión de Benedicto XVI fue un trauma en la Iglesia, no ocurría desde Gregorio XII, en 1415, y se produjo por su impotencia para afrontar graves problemas internos, desde la corrupción a los escándalos financieros y la pederastia en la Iglesia. Estaban contenidos en esa gran caja que le entregó a su sucesor la primera vez que se vieron, una imagen para la historia. Francisco fue elegido en medio de una crisis. Pero es que hacía temer otra peor, surgía un escenario inédito y que evocaba otros traumas del pasado: los riesgos de la convivencia de dos papas son una pesadilla para la Iglesia, que recuerda los tiempos de papas, antipapas y cismas. Desataron mil debates y augurios funestos tras la dimisión de Ratzinger, que luego se han desvanecido al constatarse que Francisco y Benedicto XVI lo han llevado muy bien, hasta el fallecimiento del segundo en 2022.

Pero el temor es que no tiene por qué ser así siempre. Es un hecho que el sector conservador de la Iglesia ha intentado estos años involucrar a Ratzinger en maniobras contra Bergoglio, para desautorizarle, que el Papa alemán desdeñó siempre elegantemente, según ha contado Massimo Franco, del Corriere della Sera, en su libro El enigma Bergoglio: “Los adversarios de Bergoglio, a menudo conservadores a la búsqueda desesperada de una palabra de Benedicto XVI que sonara como crítica a Bergoglio, han visto cómo respondía invariablemente que ‘el Papa es uno, es Francisco’. La obsesión de la unidad de la Iglesia, para Ratzinger, era más aguda que nunca. Los fantasmas de un cisma estaban muy presentes tanto en él, como en su sucesor, como en muchos cardenales”.

“El Papa quiere seguir adelante, no dimitirá salvo que le pase algo realmente muy, muy grave”, coincide Elisabetta Piqué, biógrafa y amiga de Bergoglio, corresponsal en Roma del diario argentino La Nación. Apunta precisamente que el Pontífice puede sentir el peso de la responsabilidad de no consolidar como nueva tendencia, con su renuncia, un hecho que él y toda la Iglesia quiere que sea excepcional, la de Benedicto XVI. “Esto sería problemático para su sucesor, porque ya reforzaría esa línea, y él no quiere que se vuelva una moda, para él la Iglesia no es una empresa, donde uno se jubila cuando es mayor, y cree que está en su mano decidir o no que se convierta en tendencia”.
 

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