El hecho de que el viaje fuera privado no hace que el gesto de Felipe sea menos inmoral y reprobable. Ni siquiera hablo de Letizia Ortiz.
192 muertos y más de 2.000 heridos.
Y estos dos, después de estrechar manos, dando el pésame, se fueron a celebrar como si nada.
Puedo entenderlo si fue un ciudadano particular quien lo hizo, pero aquí estamos hablando del príncipe heredero, el futuro rey. Y como futuro rey, el deber de Felipe era quedarse con su pueblo, no ir a bailar conga a las Bahamas.
Si un Presidente de la República lo hubiera hecho, con razón le habrían obligado a dimitir. En el caso de Felipe, sin embargo... tout va très bien, Madame la Marquise.