Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Se debe tener en cuenta: This feature may not be available in some browsers.
Prima muchos ánimos, saldrás de esta y saldrás reforzada
Me gusta mucho la frase que has puesto "Qué complicado es todo cuando te lavan el cerebro desde que naces para moldearte de tal forma que te pueda utilizar cualquiera", no sabes cómo te entiendo, lo he entendido ya muy mayor y con muchas heridas a la espalda y errores cometidos por no entenderlo. Pero aquí estamos, mejor tarde que nunca, muchos ánimos y espero que dediques poco tiempo a lamentar lo perdido y más a imaginar tu vida sin patrones que te han perjudicado y limitado.
Tu claridad mental es digna de admiración. Mantente fuerte, que solo leyéndote se ve que vales mucho. Mucha suerteMuchas gracias @Buha
Si te soy sincera, el dolor de la ruptura me duró poco (rompí como quien se arranca una tirita). Supongo que ya llevaba mucho trabajo de introspección de años por el tema de mi madre.
Estuve de duelo unas semanas, pero cuando te das cuenta de que todo ha sido una gran mentira, no tienes nada por lo que sentir nostalgia o luchar por restituir. Es que no existe, no hay vuelta de hoja.
No me quiero envenenar, porque sólo me va a afectar a mí, así es que procuro centrarme en planear mi futuro, ver mis logros a pesar de las zancadillas de la gente que he tenido alrededor y pensar que cuando no tenga esos lastres, del impulso voy a salir volando (espero).
En cuanto a mi ahora "compañero de piso", está haciendo terapia. Al principio le acompañaba y la verdad es que aprendí mucho (más que él). Luego vi que le mentía al psicólogo y le dije que allá él y que yo no iba a ser participe.
Parece darse cuenta de algunas cosas, pero si algo he sacado en claro es que los narcisistas lo han tenido todo "regalado" toda la vida y son muyyyyyyy vagos y flojos. Y si alguien no se lo da todo hecho, atacan porque sienten que tienen derecho a TODO lo que se les antoje.
A este paso, no va a salir de su dinámica en la vida y va a acabar más solo que la una y sin saber ser un adulto funcional.
Son auténticas cáscaras vacías incapaces de ser felices, os lo aseguro.
Recuerdo que en una de la últimas discusiones me dijo que el problema era que yo soy demasiado sensible y que tendría que ser más como él (mira, hay que reírse porque si no...).
Saludetes primasJo, lo que me ha costado!
Lo que no fomentaremos
Quiero compartir varias cosas respecto a lo que este libro no alentará ni sugerirá. Este libro no irá sobre encontrar las formas de gestionara tu madre. No se te enseñará a que trabajes de más por ella o te sacrifiques para «tener la fiesta en paz». Tampoco aprenderás a «escuchar mejor» a tu madre narcisista, a ofrecer un perdón prematuro, ni a hacer nada que vuelva a ponerte en una posición de autonegación. No eres la responsable de lo que siente o necesita tu madre.
Si buscas hacer las paces con tu madre a través del perdón de alguna forma, te animo encarecidamente a que trabajes con un terapeuta formado en abuso narcisista que pueda ayudarte a hacerlo de forma segura. Conozco a muchas hijas adultas alas que, por desgracia, se les ha aconsejado perdonar a sus madres, lo que les ha llevado a adentrarse aún más en la madriguera en lugar de salir de ella. Aunque algunas hijas pueden llegar a ese punto, muchas no lo hacen, y es vital que esto se normalice. El perdón no es necesario para tu recuperación.
Lo que sí haremos es tratar las formas de establecer límites auténticos con tu madre, para lo que será necesario que te comuniques con ella, pero siempre regresando a ti misma para preguntarte: «¿cómo me siento al respecto?»; «¿qué necesito en este momento?». Si la respuesta es «no tener contacto», «esto no me gusta», «quiero acabar con esto», «no me siento bien con esto», o «no me siento segura», espero que hagas caso a lo que sientes y decidas que lo prioritario en ese momento es cuidar de ti misma.
El objetivo de este libro es que te conozcas y, específicamente, quiero que salgan a la luz tus experiencias subjetivas sin necesidad de justificarte ni minimizar su existencia.
Julie Hall, cuyo trabajo he mencionado anteriormente, realiza una importante observación sobre los niños de hogares narcisistas. Hall afirma: «Los niños de familias narcisistas aprenden a cumplir con las necesidades de sus padres al tiempo que entierran las suyaspropias. Aprenden que para sobrevivir tienen que trabajar constantemente en descifrar las emociones de sus padres, mientras enmascaran o fingen las suyas». 4 Poco importa si tu infancia parecía «normal» o incluso la sentías como normal la mayor parte del tiempo; también se puede sufrir un trauma en un entorno idílico. El trauma no está supeditado a actos manifiestos como la violencia física, la guerra o los abusos sexuales. Las experiencias traumáticas pueden ser pequeñas, insidiosas y estar encubiertas, lo cual dificulta mucho identificarlas, ya que no pueden verse de las maneras más obvias.
El abuso emocional, el incesto encubierto, la luz de gas, los límites enfermizos y el narcisismo en sí mismo son ejemplos de traumas invisibles. Estas experiencias traumáticas conducen a un sistema nervioso desregulado de la misma forma que lo hace un trauma físico manifiesto. A menudo, las hijas adultas de narcisistas, que están lidiando con su propio trauma e intentan recomponer el rompecabezas, se descubrirán preguntándose si en realidad «fue tan malo». La razón de esta duda se debe en parte a que ser educado por una narcisista te enseña a cuestionar la realidad y las narcisistas no siempre se presentan de las maneras más obvias. Muchas de las mujeres con las que he trabajado han descrito a sus madres como el doctor Jekyll y mister Hyde, sin saber nunca con qué versión se iban a encontrar. En un momento sus madres las repudian y les dicen que no valen nada, y al siguiente les ofrecen afecto y elogios. Las personas narcisistas no son capaces de verse como tales. En realidad, muchas de ellas se definirían como buenas ciudadanas que solo quieren lo mejor para sus niños. Puede que incluso lleguen a decir que harían cualquier cosa por sus hijos y para ellas sería la verdad. Sus hijos, en cambio, experimentan algo muy diferente.
Si ves que estás cuestionando tu propia experiencia, preguntándote si te lo estás inventando, considéralo como un síntoma del abuso narcisista. Muchas hijas adultas de narcisistas se dan cuenta de que cuestionan la realidad de sus experiencias, en ocasiones durante años. En la consulta surge frecuentemente la pregunta: «¿Pero fue tan malo realmente?», y a mí me gusta recordarles que sí, que fue así de malo, pero no así de obvio. Puede que no seas capaz de señalar un ejemplo sólido de abuso porque, en algunos casos, el comportamiento abusivo estaba diseñado para evitar que lo vieras. Como niños, no nos queda más alternativa que creer en lo que nuestros padres dicen. Si ellos dicen que no hicieron algo, a pesar de que nuestra experiencia nos diga lo contrario, tendemos a ver su realidad en lugar de la nuestra. Si la mente del niño pudiera hablar, diría algo así como: «Mi madre no me mentiría. Al fin yal cabo, la adulta es ella. Habrá algo que no me funciona bien. Me falla la memoria, mis sentimientos están mal y son inadecuados. Algo habré hecho para merecer esto».
Lo que podría ayudarte en tu recuperación es tener en cuenta que has estado viviendo bajo la influencia de una persona que no puede percibir la realidad correctamente. En cierto modo, sería el equivalente a seguir los caprichos de una niña de cinco años que no puede percibir nada fuera de sí misma. Aunque puedas entender esto intelectualmente, es importante que lo sigas recordando para poder empezar a cuestionar las creencias malsanas que has asumido. Al principio, puede parecer que estás en un tira y afloja entre esa parte de ti que comprende la lógica de haber asumido una narrativa falsa y esa otra parte de ti que ha sido condicionada para negarlo.
Hola primas
Tengo una madre narcisista que me ha hecho sufrir toda la vida. Desde aguantar humillaciones y sentirme despreciado de pequeño (soy primo), y ahora de adulto gestionando la inseguridad que me ha creado y el trauma.
La culpabilidad por cortar el contacto también es bestial porque encima siento que he roto la familia yo. Porque cuando me hacían daño por rutina estaba todo "bien". Yo no me atrevía a quejarme, me inculcaron que mis sentimientos no importaban, para ellos no había ninguna consecuencia, y ahora de repente, yo al reaccionar, es como que he roto la familia, y me dicen que están super tristes, llorando... y en el fondo me afecta.
Cuando iba al colegio me sentía muy inferior a los demás y ni encajaba socialmente, ni tenía autoestima, ni era feliz. Y veía que los demás eran todo lo contrario. Y tuve una etapa de creerme que mi madre era "buena" y normalizarlo todo, pero sobre los 13 años, ya entendía lo que estaba pasando y sabía cual era el problema y la principal diferencia entre los demás y yo, y sentía que era una injusticia enorme. Los demás se sentían seguros en su casa cuando volvían del colegio, por eso tenían mas autoestima que yo y eran mas felices y populares.
Ni siquiera me dejaba comer lo que necesitaba de pequeño. Esto según mi madre me lo he imaginado, inventado, exagerado... Y yo soy un "loco" y ella está "preocupada" por miPero es un hecho que a veces no me dejaba terminar de comer si estaba tardando "demasiado" (que no era mucho tiempo que digamos). Y a veces me tenía que ir a dormir con hambre por eso. Y más adelante encima como me adapté, riéndose de mi por comer muy rápido. Haga lo que haga está mal.
Tampoco podía ducharme siempre que quería. Ya de mas o menos mayor, con unos 18 años, tuve que discutir con ella para poder ducharme día si día no. Antes ni eso. Y encima aguantando comentarios burlones de mi padre por ducharme "demasiado" a los que no podía responder porque entonces obviamente se acababa el chollotenía un amigo que tenia una familia normal, era popular etc como los demás, y se podía duchar todos los días, y me daba una envidia...
Tampoco podía usar agua caliente para afeitarme por ejemplo.
También teníamos que comer comida con gusanos. Esto ya no necesariamente por maldad sino porque era lo que había, supongo. La comían ellos también. Había una temporada que eramos pobres y mis padres intentaban disimular. Cuando yo tardaba "tantísimo" en comer, a lo mejor tenía algo que ver. O era simple narcisismo de mi madre. Eso no lo sé.
Pero bueno, todo esto es lo de menos comparado con los insultos y desprecios. Me han jodido la autoestima y me han creado un problema de ansiedad yo creo que permanente. Mi madre es mala persona y muy infantil y egoísta, tiene rabietas y es incapaz de controlarse, o de pensar como una persona adulta. Eso de pequeño marca mucho, creo yo, que la persona de la que dependes y a la que admiras tenga una rabieta y te empiece a insultar con asco. O te trate con desprecio en general.
Y otra cosa, el primer año que dejé de vivir con ella, todavía me trataba mal. Todavía se enfadaba de que no fuera lo suficiente a visitarle, y cuando iba me ignoraba, por ejemplo. Mandaba a mi hermana a decirme cosas hirientes por whatsapp para que fuera a verle. Se hace la víctima ahora, porque he dejado de ir a verle, llevo un tiempo sin ir a verle, no sabe donde vivo, y no le queda otra. Ahora va de pobre madre que le han roto el corazón y que no entiende porque, y yo soy lo peor.
Hay mucho más pero ya iré contando en otros comentarios.
Primo, es todo puro chantaje emocional.
Tú no has roto la familia y no están tristes porque no estés tú como persona, si acaso, por haber perdido el control sobre ti.
Toda la culpa de todo lo que les pase es de ellos. Tú no tienes la culpa de absolutamente nada.
Abrazote muy fuerte
No puedo poner reacciones aún, pero muchísimas gracias primas@Cantarina no me leas el pensamiento, justo es lo que iba a decir!
Que rabia q cruel todo. Que le den PEC mucho ánimo primo!!! Tu puedes, fíjate lo q pasaste.Hola primas
Tengo una madre narcisista que me ha hecho sufrir toda la vida. Desde aguantar humillaciones y sentirme despreciado de pequeño (soy primo), y ahora de adulto gestionando la inseguridad que me ha creado y el trauma.
La culpabilidad por cortar el contacto también es bestial porque encima siento que he roto la familia yo. Porque cuando me hacían daño por rutina estaba todo "bien". Yo no me atrevía a quejarme, me inculcaron que mis sentimientos no importaban, para ellos no había ninguna consecuencia, y ahora de repente, yo al reaccionar, es como que he roto la familia, y me dicen que están super tristes, llorando... y en el fondo me afecta.
Cuando iba al colegio me sentía muy inferior a los demás y ni encajaba socialmente, ni tenía autoestima, ni era feliz. Y veía que los demás eran todo lo contrario. Y tuve una etapa de creerme que mi madre era "buena" y normalizarlo todo, pero sobre los 13 años, ya entendía lo que estaba pasando y sabía cual era el problema y la principal diferencia entre los demás y yo, y sentía que era una injusticia enorme. Los demás se sentían seguros en su casa cuando volvían del colegio, por eso tenían mas autoestima que yo y eran mas felices y populares.
Ni siquiera me dejaba comer lo que necesitaba de pequeño. Esto según mi madre me lo he imaginado, inventado, exagerado... Y yo soy un "loco" y ella está "preocupada" por miPero es un hecho que a veces no me dejaba terminar de comer si estaba tardando "demasiado" (que no era mucho tiempo que digamos). Y a veces me tenía que ir a dormir con hambre por eso. Y más adelante encima como me adapté, riéndose de mi por comer muy rápido. Haga lo que haga está mal.
Tampoco podía ducharme siempre que quería. Ya de mas o menos mayor, con unos 18 años, tuve que discutir con ella para poder ducharme día si día no. Antes ni eso. Y encima aguantando comentarios burlones de mi padre por ducharme "demasiado" a los que no podía responder porque entonces obviamente se acababa el chollotenía un amigo que tenia una familia normal, era popular etc como los demás, y se podía duchar todos los días, y me daba una envidia...
Tampoco podía usar agua caliente para afeitarme por ejemplo.
También teníamos que comer comida con gusanos. Esto ya no necesariamente por maldad sino porque era lo que había, supongo. La comían ellos también. Había una temporada que eramos pobres y mis padres intentaban disimular. Cuando yo tardaba "tantísimo" en comer, a lo mejor tenía algo que ver. O era simple narcisismo de mi madre. Eso no lo sé.
Pero bueno, todo esto es lo de menos comparado con los insultos y desprecios. Me han jodido la autoestima y me han creado un problema de ansiedad yo creo que permanente. Mi madre es mala persona y muy infantil y egoísta, tiene rabietas y es incapaz de controlarse, o de pensar como una persona adulta. Eso de pequeño marca mucho, creo yo, que la persona de la que dependes y a la que admiras tenga una rabieta y te empiece a insultar con asco. O te trate con desprecio en general.
Y otra cosa, el primer año que dejé de vivir con ella, todavía me trataba mal. Todavía se enfadaba de que no fuera lo suficiente a visitarle, y cuando iba me ignoraba, por ejemplo. Mandaba a mi hermana a decirme cosas hirientes por whatsapp para que fuera a verle. Se hace la víctima ahora, porque he dejado de ir a verle, llevo un tiempo sin ir a verle, no sabe donde vivo, y no le queda otra. Ahora va de pobre madre que le han roto el corazón y que no entiende porque, y yo soy lo peor.
Hay mucho más pero ya iré contando en otros comentarios.