Muere Mario Vargas Llosa.

Su mujer, pactaría su cuidado y el perdón a cambio de la herencia, que tienen todos una pinta de tóxicos, que no veas…empezando por el hijo.
La mujer no tiene nada de santa…El estaba casado con la tía Julia cuando apareció la prima de nariz respingona.
Pienso igual, siempre he creído q los hijos son bastante chupasangre y muy toxicos
 

El sufrimiento silencioso de Mario Vargas Llosa: cinco años lidiando con una enfermedad sin cura​

Al Nobel le diagnosticaron una grave enfermedad en el verano de 2020. No quiso hacerlo público, pero su entorno más íntimo lo sabía. Sus últimos meses de vida los dedicó a visitar los escenarios de algunas de sus novelas más celebradas​

Mario Vargas Llosa, retratado en Madrid, en octubre de 2019.


Mario Vargas Llosa sabía desde hace casi cinco años que se iba a morir. Los médicos se lo anunciaron en el verano de 2020. Según explica el entorno más cercano del escritor a EL PAÍS, una de las primeras cosas que hizo el premio Nobel de Literatura tras recibir la noticia fue escribir una carta a sus tres hijos: Álvaro, Morgana y Gonzalo. En ella, les hablaba de su enfermedad, una enfermedad grave, en su caso sin cura, pero para la que había tratamientos que podían retrasar el desenlace final. La “tribu”, como se llaman los Vargas Llosa a sí mismos, no tardó en responder a la llamada del pater familias. La carta sirvió para que el padre se uniera todavía más a sus hijos y para que todos olvidaran definitivamente las desavenencias familiares que surgieron en 2015, cuando el autor de obras como La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral rompió su matrimonio de 50 años con Patricia Llosa para iniciar una relación con Isabel Preysler.

Vargas Llosa, el último de una generación prodigiosa que cambió la literatura latinoamericana y mundial, el último premio Nobel de literatura vivo de América Latina, decidió no hacer pública la noticia de su enfermedad. No quería hablar de eso, al menos no directamente. En el verano de 2019, un año antes de recibir su diagnóstico, reflexionó sobre la vejez y la muerte con la BBC, en el marco de un evento sobre el tema organizado por la Fundación Nobel en Madrid. “La muerte a mí no me angustia”, reconoció. “Hombre, la vida tiene eso de maravilloso: si viviéramos para siempre sería enormemente aburrida, mecánica. Si fuéramos eternos sería algo espantoso. Creo que la vida es tan maravillosa precisamente porque tiene un fin. Me gustaría que la muerte me hallara escribiendo, como un accidente, que venga a interrumpir como algo accidental una vida que está en plena efervescencia. Ese sería mi ideal”.

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En esos momentos su vida estaba en “plena efervescencia”. A sus 83 años, estaba viviendo un romance casi adolescente con Isabel Preysler —en sus propias palabras, “una gran pasión”— y estaba a punto de publicar su decimonovena novela, Tiempos recios. Tras recibir la noticia de su enfermedad, siguió realizando una hora diaria de ejercicio y continuó escribiendo los siete días de la semana. Hablaba de una “inercia doméstica” que empezaba con una tabla de gimnasia, unas horas dedicado a escribir hasta el mediodía, tarde de lectura, otra vez ejercicio físico y cena. Pese al dignóstico, no canceló ningún compromiso. Asistió como invitado de honor a la Feria de Libro de Lima para celebrar el 50 aniversario de la publicación de Conversación en La Catedral y viajó con Preysler a Alaska y Marbella. En la Costa del Sol se internó durante 21 días en la Clínica Buchinger para someterse a un ayuno terapéutico. Fue su puesta a punto para luego participar en el Festival Hispanoamericano de Escritores, en Los Llanos de Aridane, y embarcase en la larga promoción de Tiempos recios.

Durante la pandemia de 2020, pasó el confinamiento en casa de Preysler, en la exclusiva urbanización Puerta de Hierro de Madrid. Durante su noviazgo con la exmujer de Julio Iglesias fue un objetivo prioritario de los paparazzi y los cronistas del corazón, pero siempre consiguió ocultar a la prensa sus frecuentes visitas a los médicos.

Mario Vargas Llosa junto a sus tres hijos tras recibir el alta hospitalaria en 2022.

La enfermedad lo fue acercando cada vez más a su familia. En abril de 2022 fue ingresado en la clínica madrileña donde se estaba tratando. Su hijo mayor, Álvaro, comunicó que la razón de la hospitalización era la Covid 19. En diciembre de ese año, el Nobel rompió con Preysler. “No me arrepiento de nada, absolutamente. La experiencia se vivió y ya está”, declaró a EL PAÍS en febrero de 2023, en vísperas de su ingreso en la Academia Francesa. En esa conversación con Manuel Jabois volvió a hablar sobre la muerte. “Ser inmortal me parecería aburridísimo. Mañana, pasado, el infinito… No, es preferible morirse. Lo más tarde posible, pero morirse”. También reflexionó sobre la decrepitud: “Lo que yo detesto es el deterioro. Las ruinas humanas. Es algo terrible, lo peor que podría pasarme. Por ejemplo, ahora tengo problemas de memoria. La memoria la tuve siempre muy lúcida. Recordaba las cosas, y noto cómo se ha empobrecido”.

Pocos días después de esa entrevista, ingresó en la Academia Francesa en París. Al acto asistieron su exesposa, Patricia Llosa, y sus tres hijos. Entre los invitados también estaban el rey Juan Carlos I y la infanta Cristina. Ese fue su último gran evento público. En julio de 2023 volvió a ser ingresado en la clínica madrileña donde se estaba tratando su enfermedad. Su familia volvió a comunicar que el motivo era la Covid. Pero después del verano, en el mes de octubre, anunció su retirada. Lo hizo de la manera más discreta, con una escueta nota al final de su última novela, Le dedico mi silencio. Y en diciembre de 2023 dijo adiós al columnismo periodístico. El 17 de diciembre publicó su última tribuna en EL PAÍS después de 33 años.


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Desde entonces redujo al máximo sus viajes y sus apariciones públicas. El verano pasado lo pasó en Grecia con su familia y antes de regresar a Perú disfrutó de unos días en su piso de Madrid, rodeado de sus libros. Fue su despedida de España. Los paparazzi consiguieron fotografiarlo saliendo de su casa de la calle de la Flora, a pocos metros del Palacio Real. Se lo veía más delgado y algo desmejorado.

El Nobel decidió pasar sus últimos meses de vida en su Lima natal, rodeado de los suyos y atendido en su propia casa por un equipo de profesionales. Su exmujer, Patricia Llosa, estuvo junto a él hasta el final. “Me gustaría haber vivido la vida hasta el final y sobre todo no haberme muerto en vida, que es el espectáculo que me parece más triste para un ser humano”, dijo el escritor a la BBC en 2019. Lo consiguió, cumplió su voluntad. Este último tiempo lo dedicó a visitar los escenarios limeños de algunas de sus novelas más celebradas: el Colegio Militar Leoncio Prado y el antiguo barrio rojo de Lima, telón de fondo de La ciudad y los perros; la cárcel de San Juan de Lurigancho, vinculada a su novela Historia de Mayta; o el local donde se levantaba el bar La Catedral, que da nombre a Conversación en La Catedral.

Vargas Llosa, recibe la condecoración del Gran Collar de la Orden del Sol, de manos de la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en el Palacio de Gobierno en Lima (Perú), en 2023.


En el mes de marzo, en vísperas de su 89 cumpleaños, regresó a los lugares donde ambientó sus dos últimas novelas, la zona de Cinco Esquinas, en Barrios Altos, que da nombre a Cinco Esquinas, y la inaccesible casa donde nació Felipe Pinglo, que le sirvió de inspiración para escribir Le dedico mi silencio. El pasado 28 de marzo celebró su aniversario en familia, en su casa limeña. Su memoria estaba más frágil, pero siempre decía que quería ser recordado como escritor. “Aunque uno no sabe en qué forma va a ser recordado, si es que va a ser recordado”, aclaraba. No era su preocupación central. Vargas Llosa decía que no escribía para la muerte, que escribía para la vida.

A la izquierda, Mario Vargas Llosa a la entrada del bar La Catedral de Lima a finales de la década de los 60; a la derecha, el autor frente al mismo edificio en noviembre de 2024.
A la izquierda, Mario Vargas Llosa a la entrada del bar La Catedral de Lima a finales de la década de los 60; a la derecha, el autor frente al mismo edificio en noviembre de 2024.Álvaro Vargas


Disculpas por copiar todo el artículo, pero hay que ser subscriptor de El País para poder leerlo.
No dicen nada de la enfermedad...
 
Es una muestra de que las malas personas, las que hacen daño, no siempre "lo pagan". Ha muerto como dónde y con quien ha querido, a pesar de lo que ha hecho. Como escritor, si, sobresaliente y es una pena, pero tanta paz lleve como descanso deja.
¿Veremos peleas familiares por la herencia?
Yo creo q no veremos disputas por la herencia, asumo q todo estará arreglado desde hace meses
 
En su libro 'Los genios', Jaime Bayly achaca el puñetazo a que Patricia le dijo a Mario que se habia acostado con Gabo , algo que el niega.
Parece ser que salieron de copas para que Patricia ahogara su penas ante la infidelidad numero 1,000.000 de Mario, y se quedaron en un hotel con ella borracha como una cuba.
Segun gabo le juro a la esposa, no paso nada, mientras que Patricia mantuvo que si, y Vargas Llosa el gallito de pelea le dejo al otro el ojo a la funerala por mancillar su honor, que el podia engañar a la esposa pero jamas a la inversa.
Bayly fue intimo de Alvaro y la familia por muchos años, yo si me creo esta version,sobre todo cuando nadie la desmitio.
Vargas Llosa como escritor era un genio, como padre, esposo y persona dejaba mucho que desear.
El libro de Jaime Bayly es surrealista y algunos de los cuentos son fabulosos.. uno de los mayores orgullos de Vargas Llosa fue su biblioteca.
En un crucero trasatlantico Patricia se hace amiga de la mujer que viajaba sola en el camarote al lado del de ella (mario iba en otro camarote para "poder escribir"...
Mario se lia con la amiga, y al bajarse el crucero se va con ella y deja a Patricia en la casa de peru con los 3 churumbeles y la biblioteca, y todas las noches la mujer ahogaba la rabia quemando libros en la chimenea. :)
Bueno, prima, Jaime Bayly tiene un estilo paródico muy peculiar en sus novelas. Y "Los genios" es eso, una novela, de medias verdades y medias mentiras. Lo cierto es que los protagonistas jamás reconocieron el affair y Patricia volvió con Mario algún tiempo después de esa crisis. Dudo mucho que con lo arrogante y orgulloso que era Vargas Llosa hubiera vuelto con ella si le hubiera puesto la cornamenta con su máximo rival literario de aquella época... O con cualquiera. Era el típico infiel que se vanagloria de serlo pero la mujer atadita en corto en casa.
 
D. E. P.

Reconozco sus grandes dotes como escritor, pero como persona me resultaba insufrible. El típico machista que hacía lo que le daba la gana, pero, que cuando su mujer le pagó con la misma moneda, le pegó un puñetazo a García Márquez, para mí, escritor aún más grande. Pese a ello, tampoco veo a Patricia como una ingenua víctima. Ha sido extremadamente inteligente siempre. Ha manejado y agrandado, ojo, la fortuna del marido. Una gestora pragmática y eficaz. De hecho, cada vez estoy más convencida, tal y como aseguran en América de Sur (corregidme las que lo sepáis mejor), de que no se llegaron ni a divorciar. Hicieron una reparto del patrimonio y listo.

De lo que me alegro sinceramente es de que huyese a tiempo de Pochabel y ella no vaya a ver un duro. A Boyer le quitó absolutamente todo y sus hijos se quedaron sin nada... Patricia movió los hilos a tiempo. Al fin y al cabo, para eso le aguantó 50 años.

Espero que la china no haga ningún espectáculo patético. Aunque cuento con una entrevista en el Trola como mínimo.

Sobre sus hijos, pues qué queréis que os diga... Demasiado protagonistas (como muestra, el ridículo del hijo pequeño con Genoboba en los Nobel), pero entiendo perfectamente su actitud cuando empezó con Isabel... Yo también me habría echado a temblar...

Sí creo que a última hora ha tenido algo degenerativo y ha querido dejar las cosas arregladas con su mujer y sus hijos. Sanar las heridas y morir en paz junto a su familia. Eso le honra.
 
Última edición:

No se lo cree ni ella. Estoy segura de que fue él quien no quiso casarse conociendo la ambición de Isabel por el dinero. De esa forma, protegía el patrimonio de sus hijos, pese a que le sacaría bastante en metálico durante su relación...

Además, todo ello suponiendo que realmente estaba divorciado de Patricia, algo que, como ya he dicho antes, dudo...
 
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