El problema es que vivimos en una sociedad de acomplejados de a ver quien se la saca más, yo no sé en qué momento se ha normalizado esto.Lo que pasa hoy en día con las comuniones es muy heavy. Pasar por la Iglesia de casualidad y verlos llegar en limusina y saber porque fui maestra de Primaria que algunos recaudaban 1000€, la consola de turno y el sillón gaming.
Estoy segura que si simplemente fuera ceremonia e ir a comer con la familia como en los 90, el 95% no la hacía.
En mi familia con el bautizo de mi hija tuve movida, mi madre que me ha criado en la fe y llevado a colegios religiosos, pero que no ha sido muy practicante, lo hacía más por tradición que otra cosa, pues quería bautizo por todo lo alto, restaurante, decoración, vestidazos, invitar a gente que yo llevaba sin ver años, elegir a padrinos así “por qué les hace ilusión”, quitar algunas partes del ritual que a ella no le gustaban…
yo que sin embargo he salido creyente a tope pues por mis cosas, aunque imagino que mucho habrá tenido que ver el colegio y las catequesis, tenía claro que el bautizo es la entrada de la niña a la comunidad cristiana, y que los padrinos son personas cercanas que me ayuden a criar a mi hija en la fe. Nada del tío 5 que vive en Barcelona y viene ese día y adiós. Misa, picoteo después y cada uno a su casa.
y hoy en día si no entras a hacer macrofiestas hasta por el fin del pañal, como padre parece que eres menos.
Entonces entiendo que digan “si es por la fiesta no queremos que la tome” pero yo lo que haría es una fiesta sencilla acorde a lo que es, y si el niño sigue con curiosidad, pues ayudarle a que la mantenga, igual les ha salido creyente por lo que sea, aunque ellos no sientan esa necesidad