A mí el tema amistad siempre me ha dado muchos reveses y aprendí que lo mejor que puedo hacer es rebajar las expectativas y disfrutar lo que cada uno puede aportar y no dar yo más de lo que recibo. En cierto modo, creo que es como un armario de ropa: tienes vestidos de gala que son para bodas, cenas de Navidad, etc; ropa para ir a la playa o piscina, ropa para el invierno, otra para el verano, otra para ir a trabajar, otra para estar en casa... Hay prendas que las pones casi a diario y otras una vez en la vida y fin. Pues creo que hay que tener amigos para todo: gente de confianza, leales, íntimos, para contar tus penas y hablar de cosas más profundas; gente que comparta tus hobbies, grupos de música, etc para hablar de esas cosas y hacer planes en ese sentido, colegas en el trabajo para que éste sea más ameno y tú puedas recibir ayuda y también brindarla, etc.
Ese amigo que comentas que sólo te habla de discos y de cosas del día a día pero no de movidas emocionales, pues es lo que es. Cuando sientas que necesitas compartir cosas más profundas, debes pasar tiempo o llamar a otra persona. Cuando, por el contrario, te apetezca hacer un plan como ir a un concierto o así, pues tener esta persona será oro.
Quizás sea un poco más egoísta lo que digo, pero me parece mucho más sano y realista aceptar con agrado y ofrecer en el mismo modo lo que cada uno te pueda aportar que pretender que una persona, por haberla conocido y mantenido contacto desde hace "x" años, supla y satisfaga todas tus necesidades. Creo que es más fácil no esperar más de la cuenta y aceptar a las personas como son.