Émile tiene dos años y medio y desapareció el pasado sábado en el sur de Francia. La última vez que sus familiares le vieron, el pequeño
estaba jugando en el jardín de la casa de sus abuelos, situada a dos kilómetros de Le Haute-Vernet, una localidad de unos 130 habitantes en el departamento de los Alpes de Alta Provenza en la que todos sus habitantes se conocen. No se sabe nada de él desde entonces.
La familia del niño vive en Marsella (a unos 170 kilómetros) y pasa las vacaciones en esta aldea de los Alpes desde hace unos veinte años Sus abuelos denunciaron su desaparición a las seis de la tarde del sábado.
Dos testigos lo vieron solo "en una calle cuesta abajo" a las cinco y cuarto. "Ahí es donde le perdemos la pista", ha dicho el fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon.
Más de 800 personas buscan al pequeño de 90 centímetros de altura,
rubio de ojos marrones, vestido con un top amarillo, shorts blancos y botas de montaña, informa
Le Figaro.
Todas las hipótesis sobre su desaparición siguen "siendo válidas", ha dicho el fiscal. De momento, no se ha encontrado ninguna pista.
Durante las primeras 48 horas, se movilizaron más de 800 personas (gendarmes, bomberos, vecinos...).
Se intentó difundir por megafonía un mensaje de audio grabado por la madre de Émile para intentar tranquilizar al pequeño y sacarlo de un posible escondite, sin éxito, según informó BFMTV.
Los
gendarmes recibieron más de 500 llamadas, la mayoría para ofrecer ayuda en la búsqueda.
El fiscal Rémy Avon ha confirmado que, por el momento, no hay ninguna persona sospechoso interrogada. En declaraciones a
Le Parisien, el alcalde de Le Vernet, François Balique, se mostró muy preocupado por lo sucedido. “Es una carrera contrarreloj”, dijo.