Fíjate, yo no soy de beber pero el otro día sirvieron sangría y sidra en una celebración y me dio el antojillo (estaban fresquitas), pero le pegué un minisorbo a la sidra de mi Cabrito para quitarme el gusto y ya.
Ya habrá tiempo cuando nazca el bebé para sidras, sangrías, Shandys y Aperol Spritz, que es lo único alcohólico que me gusta.
Yo trabajo en un hospital maternal y no os hacéis idea de la cantidad de bebés que nacen de madres que han estado consumiendo alcohol y drogas en el embarazo. Cada vez que veo a la trabajadora social por el pasillo tiemblo. De vez en cuando también se ve en la puerta del hospital alguna paciente con la bata, el bombo y el piti en la mano, es terrible la adicción, estás ingresada porque algo va mal en el embarazo y ni aún así puedes dejar de fumar.