Para que una prueba de ADN sea reconocida tiene que hacerse por orden de un juez, y para ello, ese juez tiene que haber admitido primero una demanda de filiación.
Y ningún juez va a admitir a trámite esa demanda porque la filiación de la niña está clara y sin recurso posible: es hija de Ana Obregón mediante adopción.
El ADN no importa en este caso y más, cuando el "donante" había muerto X años antes de la concepción y ésta se hizo sin su "consentimiento probado" y mediante un procedimiento ilegal en España.
Otra cosa es que Lequio quisiera reconocerla. Pero Anita, ante la ley, no puede reclamar su parte de la herencia del abuelo.