Sentencia de 1ª instancia. Tribunal del Jurado. Informes del Instituto de Medicina Legal y del Instituto Nacional de Toxicología
De los informes periciales realizados por el Instituto
Nacional de Toxicología sabemos que se detectó lorazepam en
el contenido gástrico, con una concentración en sangre de
0.55 mg de lorazepam que se encuentra en rango tóxico y sin
que hubiese sido absorbido toda la sustancia porque aún
tenía restos en el estómago. También se indica que se
detectó su presencia en la orina aunque en menor cantidad.
Por otro lado, del informe de análisis del contenido
gástrico del estómago de la víctima se desprende y así lo
han ratificado las peritos que lo han emitido, que el
tiempo transcurrido desde la última ingesta hasta la
muerte, fue de tres o cuatro horas porque había alimentos
parcialmente digeridos que podían verse a simple vista como
el champiñón. También manifestaron que, aunque hay factores
que pueden influir en dicho cálculo, como la masticación,
en todo caso el estómago tendría que estar vacío en seis
horas y que el hecho de que hubiese trozos parcialmente
digeridos les llevaba a pensar en un margen de entre 3 y 4
horas, señalando que tras la muerte, el proceso digestivo
apenas continua.
Por su parte, en el informe pericial emitido por el
Instituto de Ciencias Forenses de la USC de fecha 25/9/2013
se establece que, en general, la velocidad media de vaciado
gástrico es de unas cuatro horas, aunque en algunos casos
puede prolongarse y que en el caso de la víctima, la
presencia de lorazepam en contenido gástrico implica un
consumo reciente del mismo y la no completa absorción, al
detectarse en el estómago. También se indica que se detectó
una baja concentración de lorazepam en orina, lo cual
indica que la eliminación de dicha sustancia se encontraba
en una fase inicial. Las profesoras doña A.M.B.B. y doña
M.J.T.D., autoras de dicho informe, señalaron en el juicio
que, en base a dichos datos, consideraban que la víctima
había ingerido el medicamento 3 o 4 horas antes de la
muerte.