Comienza el juicio al monstruo de Mazan (Francia): drogó a su mujer durante años para ser violada por 50 hombres
- AutorNancy Astor
- Fecha de inicio
Hay un documental muy interesante en TVE llamado Pornoexplotación que aborda diferentes problemas del por**. Uno de ellas es la adicción al por** y como progresivamente necesitas que sea más fuerte para conseguir el mismo nivel de excitación, es decir, igual que una droga. La gente que consume por** violento es muy dificil que no deshumanice a las mujeres porque, ¿cómo puede excitarte algo donde hay violencia contra las mujeres si no las despojas de su humanidad?
Este es un tema que a mi me interesa especialmente y para mi la mejor aportación es la de Lundy Bancroft, que es un psicologo que trabaja con hombres condenados por violencia de género en EEUU. Lo que él dice es:Estoy ya con el temita de que él fue abusado en su infancia.......
Parece ser que somos más propens@s a convertirnos en abusador@s si hemos sido víctimas de abuso... Pues a mí que me expliquen cómo cuadra eso conque la mayor parte de personas abusadas, en cualquier parte del mundo, y con mucha diferencia, son mujeres, y la mayor parte de personas abusadoras, también con mucha diferencia, son hombres ??????? Según esos "estudios" tendría que haber muchas más mujeres abusadoras que hombres, no? Pues la realidad dice otra cosa.
A ver si el tema no es lo que te haya ocurrido en la infancia, sino tener el amparo de una sociedad construida por y para los hombres, como bien se ha dicho tantas veces en este hilo... Dignos y sanos hijos del patriarcado.
1. No hay evidencia real de que la gente abusada tenga más probabilidad de convertirse en abusador ni de que haber sido abusado de niño sea un común denominador entre los agresores. Si la hay, por ejemplo, de que haber sido abusado te predispone para sufrir más abusos.
2. Hay un problema con los agresores y es que tienden a justificar y victimizarse, por lo que es común que aleguen tener un historial de vidas terribles llenas de abusos (lo que no quiere decir que sea verdad).
Aprovecho para recomendaros su libro "Why does he do that?"
Se está empezando a juzgar en Francia el caso Julie. Violada durante dos años por más de 20 bomberos. Por supuesto, la culpa de ella. tenía 13 años cuando todo empezó. Solo se va a juzgar a tres de ellos, no sé por qué.
Hasta ahora, no ha tenido demasiada repercusión ni apoyo por parte de la sociedad.
Parece que el caso de Gisèle ha despertado al personal y está creciendo el movimiento para respaldar a Julie en el proceso judicial, como en Vaucluse.
www.pikaramagazine.com
El estado de salud de Julie se degrada muy rápido: sufre crisis de ansiedad, tentativas de su***dio y se autolesiona. Deja el colegio durante un año y comienza un seguimiento psiquiátrico semanal por el que toma ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos. En octubre de 2009 la hospitalizan 20 días en un servicio de psiquiatría infantil.
Cada vez que Julie tiene un problema de salud, los bomberos intervienen. Ya sea en la calle o en su domicilio. La familia vive en una localidad pequeña de la periferia de París y el parque de bomberos está en el pueblo. En dos años, intervienen de urgencia unas 260 veces. Los rostros se repiten. A fuerza de verse, se establece una forma de familiaridad entre la familia y los bomberos.
El 4 de noviembre de 2009, a la salida de su guardia, el bombero Pierre C., de 21 años, se presentó de uniforme en casa familiar, eran las ocho y media de la mañana. Pierre pidió a la madre de Julie si podía llevar a su hija a dar un paseo por el parque, y ella le avisó: “Ni un tonteo, solo tiene 14 años”. Pero Pierre C. la llevó a su casa. Esa mañana tuvieron relaciones sexuales con penetración y Pierre le preguntó si quería quedarse a tomar café. Unos 15 minutos más tarde se presentaron en la casa otros dos bomberos: fue la primera violación en grupo que denuncia la familia. “Fue entre dos ingresos en el hospital; estaba hasta arriba de medicación”, explicó más tarde Julie en el proceso.
Después de la primera violación, Pierre C. fue pasando el número de teléfono de la niña y su contacto en redes sociales de un bombero a otro, de una estación de bomberos a otra. Como afirmaron en sus declaraciones en el juicio, entre los bomberos, Julie era una “facilona”, una “cerda” de 14 años. En total, 22 hombres, unas veces en grupo, otras en solitario, reconocen haber tenido relaciones sexuales con penetración con Julie. Al menos cinco de ellos habían tratado directamente a Julie durante sus crisis, por lo tanto conocían su edad y su estado de salud.
Todos los acusados afirmaron que era Julie quien llevaba la iniciativa, que era ella quien les escribía, algo que su madre rebatió con pruebas durante el juicio: “Presentamos mensajes en las redes sociales que demuestran que eran ellos quienes la escribían, la acosaban, incluso. Llegando a mandar fotos pornográficas”.
Hasta ahora, no ha tenido demasiada repercusión ni apoyo por parte de la sociedad.
Parece que el caso de Gisèle ha despertado al personal y está creciendo el movimiento para respaldar a Julie en el proceso judicial, como en Vaucluse.
Justicia para Julie
Tras años de instrucción, un juzgado en Francia sentenció que el caso de Julie que acusa a 22 bomberos de haberla violado fuera considerado abuso sexual.
www.pikaramagazine.comUn primer mareo y 260 intervenciones después
En abril de 2008 Julie acaba de cumplir 13 años, sufre un desmayo en clase que la deja paralizada. Los bomberos la socorren y toman sus datos personales para establecer el parte médico. Uno de los bomberos que la atendió guardó sus datos y la contactó poco después por redes sociales.El estado de salud de Julie se degrada muy rápido: sufre crisis de ansiedad, tentativas de su***dio y se autolesiona. Deja el colegio durante un año y comienza un seguimiento psiquiátrico semanal por el que toma ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos. En octubre de 2009 la hospitalizan 20 días en un servicio de psiquiatría infantil.
Cada vez que Julie tiene un problema de salud, los bomberos intervienen. Ya sea en la calle o en su domicilio. La familia vive en una localidad pequeña de la periferia de París y el parque de bomberos está en el pueblo. En dos años, intervienen de urgencia unas 260 veces. Los rostros se repiten. A fuerza de verse, se establece una forma de familiaridad entre la familia y los bomberos.
El 4 de noviembre de 2009, a la salida de su guardia, el bombero Pierre C., de 21 años, se presentó de uniforme en casa familiar, eran las ocho y media de la mañana. Pierre pidió a la madre de Julie si podía llevar a su hija a dar un paseo por el parque, y ella le avisó: “Ni un tonteo, solo tiene 14 años”. Pero Pierre C. la llevó a su casa. Esa mañana tuvieron relaciones sexuales con penetración y Pierre le preguntó si quería quedarse a tomar café. Unos 15 minutos más tarde se presentaron en la casa otros dos bomberos: fue la primera violación en grupo que denuncia la familia. “Fue entre dos ingresos en el hospital; estaba hasta arriba de medicación”, explicó más tarde Julie en el proceso.
Después de la primera violación, Pierre C. fue pasando el número de teléfono de la niña y su contacto en redes sociales de un bombero a otro, de una estación de bomberos a otra. Como afirmaron en sus declaraciones en el juicio, entre los bomberos, Julie era una “facilona”, una “cerda” de 14 años. En total, 22 hombres, unas veces en grupo, otras en solitario, reconocen haber tenido relaciones sexuales con penetración con Julie. Al menos cinco de ellos habían tratado directamente a Julie durante sus crisis, por lo tanto conocían su edad y su estado de salud.
Todos los acusados afirmaron que era Julie quien llevaba la iniciativa, que era ella quien les escribía, algo que su madre rebatió con pruebas durante el juicio: “Presentamos mensajes en las redes sociales que demuestran que eran ellos quienes la escribían, la acosaban, incluso. Llegando a mandar fotos pornográficas”.
Última edición:
Según los datos presentados en 2018 por la agencia gubernamental Infostat Justice, solo el 10 por ciento de las denuncias por violación acaban siendo juzgadas como tal en Francia, la mayoría se recalifican como abusos sexuales (igual que ha pasado en el caso Julie) El 70 por ciento de los acusados entre 2007 y 2016, apunta esta agencia, fueron absueltos.
En un país en el que la ola #MeToo despertó una incipiente movilización feminista y creó una bola de nieve de sonados casos de abusos e incesto entre miembros de la clase política, esta sentencia muestra la necesidad de abordar el debate sobre el consentimiento en Francia. Las reivindicaciones de las feministas y las denuncias de las supervivientes obligaron al presidente francés, Emmanuel Macron, a prometer, poco después de su elección, que haría de la lucha contra la violencia a las mujeres la gran causa de su mandato. Luego nombró ministro del Interior a Gérald Darmanin, acusado por dos mujeres de violación y, en la cartera de Justicia puso a un abogado conocido por su declaraciones antifeministas, Éric Dupond-Moretti.
Apoyada por organizaciones feministas como Femen, la familia de Julie decidió recurrir el auto de acusación ante el tribunal superior francés, que desde el 11 de febrero estudia el caso. Un día antes, el ministro de Justicia anunció que propondría una modificación en la ley para que cualquier acto sexual con penetración sobre un menor de 15 años pasara a ser considerado una violación (y no un abuso sexual, como hasta ahora), sin tener que demostrar la oposición de la víctima.
De momento, la ley francesa no recoge la idea de una edad mínima de consentimiento, aunque la jurisprudencia considera la mayoría sexual en 15 años.
En un país en el que la ola #MeToo despertó una incipiente movilización feminista y creó una bola de nieve de sonados casos de abusos e incesto entre miembros de la clase política, esta sentencia muestra la necesidad de abordar el debate sobre el consentimiento en Francia. Las reivindicaciones de las feministas y las denuncias de las supervivientes obligaron al presidente francés, Emmanuel Macron, a prometer, poco después de su elección, que haría de la lucha contra la violencia a las mujeres la gran causa de su mandato. Luego nombró ministro del Interior a Gérald Darmanin, acusado por dos mujeres de violación y, en la cartera de Justicia puso a un abogado conocido por su declaraciones antifeministas, Éric Dupond-Moretti.
Apoyada por organizaciones feministas como Femen, la familia de Julie decidió recurrir el auto de acusación ante el tribunal superior francés, que desde el 11 de febrero estudia el caso. Un día antes, el ministro de Justicia anunció que propondría una modificación en la ley para que cualquier acto sexual con penetración sobre un menor de 15 años pasara a ser considerado una violación (y no un abuso sexual, como hasta ahora), sin tener que demostrar la oposición de la víctima.
De momento, la ley francesa no recoge la idea de una edad mínima de consentimiento, aunque la jurisprudencia considera la mayoría sexual en 15 años.
Pero que pasa en Francia, que en tan poco tiempo salen 3 casos de violaciones masivas, el del hilo, el ginecólogo y ahora los bomberos.
Si sale tanto a la luz, no quiero saber cual es la cruda realidad para las francesas allí.
¡Que fuerte! ¡Pobres niñas y mujeres!
Y un medico y bomberos deberían mirar por el bien de las personas. ¡Alucino!
Si sale tanto a la luz, no quiero saber cual es la cruda realidad para las francesas allí.
¡Que fuerte! ¡Pobres niñas y mujeres!
Y un medico y bomberos deberían mirar por el bien de las personas. ¡Alucino!
En el artículo que he colgado, hay más información de cómo está el tema allí. Solo he copiado estas dos partes porque es muy largo, pero con lo último te puedes hacer una idea.
Se está empezando a juzgar en Francia el caso Julie. Violada durante dos años por más de 20 bomberos. Por supuesto, la culpa de ella. tenía 13 años cuando todo empezó. Solo se va a juzgar a tres de ellos, no sé por qué.
Hasta ahora, no ha tenido demasiada repercusión ni apoyo por parte de la sociedad.
Parece que el caso de Gisèle ha despertado al personal y está creciendo el movimiento para respaldar a Julie en el proceso judicial, como en Vaucluse.
Justicia para Julie
Tras años de instrucción, un juzgado en Francia sentenció que el caso de Julie que acusa a 22 bomberos de haberla violado fuera considerado abuso sexual.Un primer mareo y 260 intervenciones después
En abril de 2008 Julie acaba de cumplir 13 años, sufre un desmayo en clase que la deja paralizada. Los bomberos la socorren y toman sus datos personales para establecer el parte médico. Uno de los bomberos que la atendió guardó sus datos y la contactó poco después por redes sociales.
El estado de salud de Julie se degrada muy rápido: sufre crisis de ansiedad, tentativas de su***dio y se autolesiona. Deja el colegio durante un año y comienza un seguimiento psiquiátrico semanal por el que toma ansiolíticos, antidepresivos y antipsicóticos. En octubre de 2009 la hospitalizan 20 días en un servicio de psiquiatría infantil.
Cada vez que Julie tiene un problema de salud, los bomberos intervienen. Ya sea en la calle o en su domicilio. La familia vive en una localidad pequeña de la periferia de París y el parque de bomberos está en el pueblo. En dos años, intervienen de urgencia unas 260 veces. Los rostros se repiten. A fuerza de verse, se establece una forma de familiaridad entre la familia y los bomberos.
El 4 de noviembre de 2009, a la salida de su guardia, el bombero Pierre C., de 21 años, se presentó de uniforme en casa familiar, eran las ocho y media de la mañana. Pierre pidió a la madre de Julie si podía llevar a su hija a dar un paseo por el parque, y ella le avisó: “Ni un tonteo, solo tiene 14 años”. Pero Pierre C. la llevó a su casa. Esa mañana tuvieron relaciones sexuales con penetración y Pierre le preguntó si quería quedarse a tomar café. Unos 15 minutos más tarde se presentaron en la casa otros dos bomberos: fue la primera violación en grupo que denuncia la familia. “Fue entre dos ingresos en el hospital; estaba hasta arriba de medicación”, explicó más tarde Julie en el proceso.
Después de la primera violación, Pierre C. fue pasando el número de teléfono de la niña y su contacto en redes sociales de un bombero a otro, de una estación de bomberos a otra. Como afirmaron en sus declaraciones en el juicio, entre los bomberos, Julie era una “facilona”, una “cerda” de 14 años. En total, 22 hombres, unas veces en grupo, otras en solitario, reconocen haber tenido relaciones sexuales con penetración con Julie. Al menos cinco de ellos habían tratado directamente a Julie durante sus crisis, por lo tanto conocían su edad y su estado de salud.
Todos los acusados afirmaron que era Julie quien llevaba la iniciativa, que era ella quien les escribía, algo que su madre rebatió con pruebas durante el juicio: “Presentamos mensajes en las redes sociales que demuestran que eran ellos quienes la escribían, la acosaban, incluso. Llegando a mandar fotos pornográficas”.
Asqueroso...
Por el bombero que se quedó con el teléfono y conociendo la situación de la niña.... y encima comparte el teléfono con otros.....
En wue sociedad vivimos.....
Bueno no tengo palabras para la repulsión que da el tema de los bomberos… vaya monstruos joder.
Pobre niña…no entiendo por qué solo juzgan a esos pocos. Pero vamos que por lo que se ve Francia está muy mal en este tema.
Ojalá estos casos tan terribles al menos sirvan como detonante para endurecer las leyes. Está claro que monstruos por desgracia habrá siempre, pero al menos que les caiga todo el peso de la ley, y si les pillan, les hundan la vida en un pozo, como ellos lo han hecho con sus víctimas
Pobre niña…no entiendo por qué solo juzgan a esos pocos. Pero vamos que por lo que se ve Francia está muy mal en este tema.
Ojalá estos casos tan terribles al menos sirvan como detonante para endurecer las leyes. Está claro que monstruos por desgracia habrá siempre, pero al menos que les caiga todo el peso de la ley, y si les pillan, les hundan la vida en un pozo, como ellos lo han hecho con sus víctimas
Si, lei el articulo entero. Vergonzoso.