Las incógnitas del brutal asesinato de Arturo Torró, exalcalde del PP en Gandía
Su mujer localizó el cuerpo junto al arcén de la A-38, al lado de su Mercedes, tras llamarle cuatro veces
NOTICIA
ACTUALIZADA 21/2/2025 A LAS 09:22
Lugar donde fue encontrado el cadáver de Arturo TorróEfe/Ayuntamiento de Gandía
De noche, en un lugar apartado, con una preparación previa y sin testigos aparentes de lo ocurrido. Con
un letal disparo a bocajarro en el pecho. Un crimen en el que todos los indicios apuntan a que es obra de profesionales y que ha conmocionado a Gandía, la comarca y a toda la política y la sociedad valenciana.
El cuerpo del empresario y exalcalde de Gandía Arturo Torró ha sido hallado cerca de la medianoche de este jueves en una cuneta. Tiroteado y con marcas en el cuello. La Guardia Civil cree que sus verdugos emplearon una cuerda para inmovilizarlo, lo que le causó
lesiones compatibles con un estrangulamiento.
El brutal asesinato ha sido descubierto muy cerca de la medianoche.
Fue su propia mujer, Marian, la que avisó a los servicios de Emergencia. La mujer alertó al 112 alrededor de las 11 de la noche. Lo hizo tras llamar cuatro veces al móvil de su pareja y no obtener respuesta. Entonces
localizó el teléfono del ex primer edil con el GPS del teléfono de la víctima y acudió al lugar.
No fue la única llamada. Por una vía de servicio del polígono industrial de
Xeresa circulaba un conductor que comprobó extrañado como un coche estaba parado y con las luces encendidas en el arcén de la A-38, justo en el punto en que la circunvalación se convierte ya en la N-332. Al acercarse, el automovilista observó consternado tres detalles:
la puerta del conductor abierta, el motor en marcha y un cuerpo en tierra junto al vehículo, entre una zona de maleza.
Arturo Torró, el que fuera primer edil de la capital de la Safor entre 2011 y 2015, iba solo en el vehículo y se dirigía a una casa que posee en la montaña de la Marxuquera.
Era el camino que habitualmente hacía siempre Torró para regresar a su hogar. Otro detalle que hace pensar a los investigadores que lo estaban vigilando. Desde hace varíos días, tal y como sospechan. De hecho, fuentes del entorno del exalcalde han señalado que el fallecido habría manifestado a personas cercanas hace tiempo que
tenía sospechas de que alguien lo estaba siguiendo.
A su llegada, los agentes de varios cuerpos desplazados (Guardia Civil y Policía Local de Xeresa) dieron con la víctima. Desde el CICU enviaron a dos ambulancias al lugar, pero los sanitario
s sólo pudieron certificar que el exalcalde, de 62 años, había fallecido.
Torró supo que algo no iba bien instantes antes de ser asaltado. Regresaba de Sueca y hablaba con un conocido cuando en el panel de mandos de su Mercedes (al parecer a nombre de su pareja)
se activó una alarma de pinchazo. Eran casi las ocho de la tarde. Después tuvo lugar el crimen. La Guardia Civil cree que los asesinos pincharon la rueda del coche, mantuvieron la vigilancia de Torró y lo asaltaron cuando este detuvo su vehículo.
De inmediato se ha iniciado en la carretera la inspección ocular del escenario del crimen.
El examen ocular del cuerpo apuntaba la posibilidad de que el ex primer edil hubiera recibido dos disparos. Pero con el primer examen forense que han llevado a cabo en la mañana de este jueves los agentes del Grupo de Homicidios de la
Guardia Civil de Valencia que se han hecho cargo del caso se ha determinado que era
un sólo impacto de bala. En el pecho y a muy corta distancia. A bocajarro y directo al corazón, como ha constatado ese informe preliminar de la autopsia. Otro detalle que apunta al
concienzudo y profesional modo de actuar del asesino o asesinos.
El cuerpo de Torró también presentaba marcas en el cuello compatibles con un intento de estrangulamiento.
La hipótesis de los investigadores es que para llevar a cabo su crimen inmovilizaron con una cuerda o elemento similar a la víctima. Es más, por la principal hipótesis que manejan los investigadores, se sospecha de más de un autor material. La teoría que maneja la Guardia Civil es que
los homicidas simularon detenerse para auxiliar al exalcalde con su avería, instante en que uno de ellos habría aprovechado para inmovilizarlo con la cuerda mientras el otro autor le propinaba un disparo.
Ya con la salida del sol, agentes de Policía Científica de la Guardia Civil se han desplazado a la A-38 para
inspeccionar la maleza y cunetas situadas junto al punto en el que apareció el cuerpo de Torró. Los especialistas han revisado la zona con detectores de metales y han rebuscado entre la hierba posibles vestigios.
Casquillos, el arma homicida u otros elementos probatorios han sido algunos de los elementos rastreados por los investigadores. No ha trascendido que hayan dado con nada. El rastreo ha incluido la búsqueda de pisadas, con varillas de medición encaminadas a tratar de determinar el tamaño del calzado de los sospechoso.
También se han inspeccionado las
grabaciones de las cámaras de Tráfico situadas en la zona para tratar de reconstruir la ruta seguida por el fallecido y si en las imágenes hay algún detalle para
identificar a los autores del homicidio.
El móvil económico, principal hipótesis del crimen
Una venganza por alguna deuda o algún negocio del fallecido, aunque la hipótesis es aún
muy incipiente con la investigación en sus primeros instantes. Su situación económica era de hecho muy frágil. "Arruinado" y sin nada a su nombre son las palabras que emplean en su entorno. Desde 2013 se hallaba en situación financiera de concurso de acreedores.
El torbellino empezó con la condena por el conocido como 'caso Tele7'. Tres años y medio de cárcel en una sentencia recurrida y pendiente de dictaminar por el Supremo. Por
malversación de caudales públicos y el desvío a otras empresas de ayudas dirigidas a la adjudicación de los servicios de comunicación audiovisual del canal Tele7.
Una pena de
privación de libertad sin ejecutar pero que sí habría puesto una severa soga en el porvenir financiero de Torró. En julio de 2021, en una sentencia inapelable, el Tribunal de Cuentas estableció que el exalcalde
debía pagar casi 300.000 euros como indemnización por las ayudas concedidas por el Consistorio y desviadas por el ex primer munícipe. Este dinero habría puesto en una situación insostenible a Torró, que en los últimos meses
habría llegado a pedir dinero prestado a amigos y conocidos.