ALÈNCIA. La jueza que instruye la causa penal de la Dana ya ha dicho en varias ocasiones que "la palmaria ausencia de avisos" hizo que los ciudadanos no pudieran protegerse aquella tarde. Lo decía con conocimiento de causa tras leer decenas de relatos y denuncias de familiares o conocidos de personas fallecidas que, intentando salvar sus coches, ayudar a otras personas o simplemente por no tener escapatoria acabaron resultando víctimas mortales de la catástrofe.
Así lo acredita el sumario de la causa, que instruye el juzgado de Instrucción 3 de Catarroja, al que ha tenido acceso este diario, donde se incluyen las comparecencias y numerosos testimonios denunciando la desaparición o fallecimiento de sus familiares o conocidos. Relatos en los que se acredita que muchos de ellos murieron antes de que llegara la alerta a los teléfonos móviles, a las 20.11.
Es el caso de un vecino de catarroja de 74 años, que bajó al garaje para intentar sacar su coche sobre las siete de la tarde. Sus vecinos pudieron salvar sus vehículos pero este quedó en la rampa atrapado sin poder escapar. U otro caso de Massanassa, sobre las 18.15 de la tarde, en el que otro hombre intentó sacar su vehículo de su garaje cuando fue sorprendido por la riada y fue arrastrado por la corriente. Pero hay muchos casos similares.
Otras circunstancias que recoge el sumario se refieren a personas mayores que no pudieron ponerse a salvo, como una vecina de 93 años de Catarroja, cuya cuidadora alertó del desbordamiento del barranco del Poyo sobre las 19.10h, pero el agua entró en la vivienda sin que esta pudiera hacer nada para salvar a la anciana. O el caso de otro hombre de 75 años, que a las 19.30h recibió la llamada de su hija para ser alertado de las inundaciones, se cortó la comunicación y ya no se supo más de él hasta que al día siguiente hallaron el cuerpo en la planta baja de su residencia.

La estrategia del Consell pasa por justificar el retraso en activar la alerta en que el Cecopi no disponía de los datos de caudales que ha de ofrecer la CHJ, a la que acusa de un "apagón informativo". El organismo que preside Miguel Polo, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha defendido en la documentación aportada a la causa que sus datos se actualizan en tiempo real y que el Cecopi tenía acceso directo a los mismos, aunque ciertamente no envió un aviso mediante correo electrónico hasta las 18:43.
(Habrá ampliación)
Así lo acredita el sumario de la causa, que instruye el juzgado de Instrucción 3 de Catarroja, al que ha tenido acceso este diario, donde se incluyen las comparecencias y numerosos testimonios denunciando la desaparición o fallecimiento de sus familiares o conocidos. Relatos en los que se acredita que muchos de ellos murieron antes de que llegara la alerta a los teléfonos móviles, a las 20.11.
Es el caso de un vecino de catarroja de 74 años, que bajó al garaje para intentar sacar su coche sobre las siete de la tarde. Sus vecinos pudieron salvar sus vehículos pero este quedó en la rampa atrapado sin poder escapar. U otro caso de Massanassa, sobre las 18.15 de la tarde, en el que otro hombre intentó sacar su vehículo de su garaje cuando fue sorprendido por la riada y fue arrastrado por la corriente. Pero hay muchos casos similares.
Otras circunstancias que recoge el sumario se refieren a personas mayores que no pudieron ponerse a salvo, como una vecina de 93 años de Catarroja, cuya cuidadora alertó del desbordamiento del barranco del Poyo sobre las 19.10h, pero el agua entró en la vivienda sin que esta pudiera hacer nada para salvar a la anciana. O el caso de otro hombre de 75 años, que a las 19.30h recibió la llamada de su hija para ser alertado de las inundaciones, se cortó la comunicación y ya no se supo más de él hasta que al día siguiente hallaron el cuerpo en la planta baja de su residencia.

- El barrio de La Torre de València tras el paso de la Dana -
- Foto: ROBER SOLSONA/EP
El aviso tardío, clave en la investigación
Son solo algunos de los múltiples ejemplos reflejados en la documentación que obra en manos del juzgado de Instrucción, y que ha motivado que la principal línea de trabajo se centre en los motivos que retrasaron aquella alarma, que según la instructora fue tardía y errónea, y ha dejado fuera por ahora otras cuestiones como las obras pendientes o la falta de limpieza en el barranco del Poyo.La estrategia del Consell pasa por justificar el retraso en activar la alerta en que el Cecopi no disponía de los datos de caudales que ha de ofrecer la CHJ, a la que acusa de un "apagón informativo". El organismo que preside Miguel Polo, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, ha defendido en la documentación aportada a la causa que sus datos se actualizan en tiempo real y que el Cecopi tenía acceso directo a los mismos, aunque ciertamente no envió un aviso mediante correo electrónico hasta las 18:43.
(Habrá ampliación)