¿El gobierno silencioso del Papa Francisco?, los papables en el punto de mira, Parolin y ‘el miedo a la invasión’, la ‘gran zona gris católica’, ¿Mater et Magistra?
por SPECOLA | 30 marzo, 2025
El Papa Francisco sigue su obligada cuarentena en la planta dos de Santa Marta, en medio de un ir y venir de personal sanitario que le sigue asistiendo. Hoy seguiremos sin verlo en el ángelus, no está el cuerpo para cámaras; lo entendemos, faltaría más, y debe ser respetado, somos los primeros en evitar imágenes en estos momentos. Para un Papa que ha hecho del contacto, incluso físico, con la gente el punto fuerte de su pontificado, con sus palabras a menudo espontáneas y una gran cobertura mediática, es un dolor tener que lidiar con una voz desaparecida, con un cuerpo encorvado por las patologías, obligado a una silla de ruedas y con la imposibilidad de relacionarse con otras personas.
El Papa Francisco está ausente este fin de semana, sexto domingo sin ángelus, y ha cancelado también sus compromisos del 6 de abril por la jornada dedicada a los enfermos y al mundo de la salud. El Jubileo de los Enfermos y del Mundo de la Salud estará presidido por Fisichella como «delegado del Santo Padre Francisco». Este domingo tampoco estará en el jubileo de los Misioneros de la Misericordia: «Me hubiera gustado encontrarme con vosotros con ocasión de vuestra peregrinación jubilar y expresaros personalmente, Misioneros de la Misericordia, mi gratitud y mi aliento». La nota lleva fecha de 19 de marzo – ya se veía que no – cuando el Papa todavía estaba en el Gemelli, y difundida hoy por la sala de prensa: «Os deseo una fructífera peregrinación» y «por favor, no os olvidéis de rezar por mí». El Papa Francisco llamó por teléfono a la parroquia de Gaza anoche: «Es siempre una bendición y una gran alegría”. Uno de nuestros feligreses le había escrito una carta expresándole nuestra alegría por su salida del hospital y su regreso a San Pedro, asegurándole nuestras oraciones por él. El Papa «le dio las gracias y dijo que es una gran bendición que recemos por él, por sus intenciones y por toda la Iglesia».
Nos dicen que envía sus mensajes escritos, recibe a las personas con las que tiene que dialogar, toma decisiones importantes; en resumen que sigue gobernando la Iglesia sin excepciones ni vacilaciones. Esto es lo oficial, se puede creer o no creer, de hecho, es complicado de creer y lo es hasta el punto de Parolin tiene que salir a contarnos como están las cosas con una entrevista de encargo en el Corriere. «Continuamente recibo mensajes de personas que dicen que estamos orando por el Papa , estamos orando por su recuperación total, por su restablecimiento total para que pueda volver a ejercer su actividad, a gobernar la Iglesia. Quizás no como antes; tendremos que encontrar caminos diferentes, pero aun así podremos hacerlo».
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El que no se contenta es porque no quiere y ahora estamos en el «gobierno silencioso” en un mundo saturado de palabras, imágenes, presencia absoluta y continua, que se transforma en ausencia «presencia». Nadie sabe como gestionar los próximos ritos pascuales y miramos a lejano 2005 cuando el Viernes Santo, el Papa Juan Pablo II se vio obligado a renunciar a participar en el Vía Crucis. El Centro Televisivo Vaticano estableció una conexión de desde la capilla privada del Papa, siempre encuadrada desde atrás. La imagen más conmovedora es la de la última estación, cuando Juan Pablo II toma con manos temblorosas una cruz y la estrecha cerca, abrazándola. No sostiene el crucifijo hacia afuera, sino hacia sí mismo, en un gesto de total abandono. El Papa falleció el 2 de abril.
Hoy «el texto del Ángelus dominical se transmitirá ‘por escrito’, como ocurrió también durante las últimas semanas de hospitalización en el Policlínico Gemelli». En cuanto a los ritos de la Semana Santa y de la celebración de la Pascua -cuyo calendario ha sido difundido, pero sin los nombres de los celebrantes- «es prematuro plantear la cuestión: lo veremos más adelante, sobre la base de las mejoras». Lo mismo ocurre con el Urbi et Orbi — confirmada, pero sin la indicación de la Loggia delle Benedizioni – y la canonización de Carlo Acutis, prevista para el 27 de abril.
En la entrevista
con el Corriere della Sera, Parolin, explica que “incluso en los días más difíciles” de su enfermedad, el Papa Francisco “vio los expedientes” sobre los cuales “tomó decisiones en consecuencia”. Luego hay cuestiones que los Dicasterios vaticanos pueden gestionar de manera autónoma en función del poder que el Pontífice les ha confiado o por delegación, como en el caso de una canonización.
El Santo Padre redujo el ritmo, como exigía su salud, pero «el gobierno de la Iglesia está en sus manos». El cardenal Pietro Parolin explica cómo su hospitalización primero y su convalecencia ahora han modificado en tiempo y alcance, pero nunca interrumpido, la atención del Papa en asuntos que requerían su decisión o dirección. En medio de la confusión general y el caos Parolin se ve obligado a precisar que son solo las «cuestiones sobre las que él y solo él puede y debe decidir», por lo demás existe un «poder» que los dicasterios de la Santa Sede, que «trabajan en nombre del Papa», pueden ejercer tomando decisiones gradualmente «siguiendo las directrices» trazadas por el Papa Francisco, algo que por otra parte, también ocurre «en tiempos normales».
La entrevista de encargo no tiene desperdicio y es un estudiado catecismo de preguntas y respuestas: Eminencia, hay mucha confusión en torno a la convalecencia del Papa Francisco. ¿Cómo se puede describir el gobierno de la Iglesia durante este período? «El Papa nunca dejó de gobernar la Iglesia, ni siquiera durante los días de su hospitalización en el Gemelli. Por supuesto, como sabemos, tuvo que bajar el ritmo de su actividad diaria, ahora lo importante es que pueda descansar y recuperarse. Según los médicos, necesitará aproximadamente dos meses».
¿Algo cambia? «No hay ningún cambio, en esencia. El Santo Padre necesita estar tranquilo, para no cansarse demasiado, se le presentan cuestiones sobre las que él y sólo él puede y debe decidir. El gobierno de la Iglesia está en sus manos. Pero luego hay muchas más cuestiones rutinarias sobre las cuales los colaboradores de la Curia pueden proceder incluso sin consultarle, basándose en las indicaciones ya recibidas con anterioridad y en la normativa vigente”. ¿En qué sentido? «En el sentido de que los dicasterios de la Santa Sede trabajan en nombre del Papa. Obviamente, todas las decisiones más importantes las debe tomar el Pontífice, pero hay otras que se pueden adoptar dentro de cada dicasterio, siguiendo las directrices que el Papa ha trazado». ¿Sucede esto también en tiempos normales, por así decirlo? «Por supuesto, no todo tiene que pasar por el Papa. El Pontífice tiene sus colaboradores en la Curia, a los que él mismo da las instrucciones a seguir y el poder de tomar también determinadas decisiones».
Un pasaje de la «Praedicate Evangelium», la Constitución que reformó la Curia Romana, parece describir la situación: «En el ejercicio de su potestad suprema, plena e inmediata sobre toda la Iglesia, el Pontífice se sirve de los Dicasterios de la Curia Romana, que, por tanto, realizan su obra en su nombre y con su autoridad, para beneficio de las Iglesias y al servicio de los sagrados pastores». ¿Es eso así? «Eso es exactamente correcto. Toda institución curial recibe poder del pontífice y actúa en su nombre. ¿Y ahora qué? «En esta fase, como ya he dicho, no podemos esperar que el Santo Padre sea capaz de hacer todo lo que hizo antes. Pero incluso cuando estaba hospitalizado -y por tanto incluso en los días más difíciles que, gracias a Dios, ya han pasado- el Papa Francisco vio los archivos. Le enviaban los documentos y él tomaba nota de ellos y decidía en consecuencia…».
Dicen que firman con «f»… «Sí, lo hizo, pero ahora también lo firma todo… No es la situación ideal, claro, pero quiero destacar que el Papa puede volver a gobernar la Iglesia, y nos alegra que haya podido volver a casa». A veces se habla del gobierno de la Iglesia como si el Papa fuera el CEO de una multinacional… «Es una comparación del todo inapropiada, aquí estamos totalmente fuera de cualquier consideración corporativa, la Iglesia es una realidad de comunión». ¿No habrá entonces transferencia de poder? «Algunas, como decía, ya están atribuidas por el Papa a los dicasterios, como prevé el Praedicate Evangelium . En casos especiales podrán transferirse otros poderes. Por ejemplo, en el caso de las canonizaciones: es el Papa quien pronuncia la fórmula, pero también ésta, si es necesario, puede delegarse en un colaborador, que la pronuncia en nombre del Pontífice.
¿Podrá hacerlo el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de las Causas de los Santos? «Sí, sólo si el Papa le da permiso de leer la fórmula en su nombre, en caso de que no pueda hacerlo en ese momento. Veremos qué solución se encuentra, dependerá también de cómo se sienta el Santo Padre en esos días». También forma parte del “C9”, el Consejo de Cardenales que Francisco instituyó “con la tarea de ayudarme en el gobierno de la Iglesia universal”. En esta etapa, ¿tendrá un papel específico? «El grupo fue creado para asesorar al Papa en cuestiones que él mismo somete a la atención de los cardenales que lo componen. Se trata de un organismo en conexión directa con él, y del cual se vale para profundizar en determinadas cuestiones. Pero no tiene ningún papel específico en esta situación».
Parece que los tenemos dispuestos a no dejar pasar una al ‘papable’ Parolin. Mal, muy mal, ha sentado en tierras hispanas su acuerdo ‘a la china’ con el gobierno español sobre el Valle de los Caidos y ahora le cae una carta abierta: «A quien respetamos mucho, pero tememos que esté mal informado y mal asesorado». Se trata del espinoso tema de los ‘migrantes’ y la invitación de Parolin a “desmantelar el miedo a la invasión”. “Existe una actitud negativa hacia la migración, a pesar de reconocer que Europa tiene una necesidad extrema de migrantes”. Y de nuevo: «En nuestra Europa existe un miedo generalizado a una invasión. Deberíamos ser capaces de desmantelar esta visión y adoptar una actitud más positiva hacia nuestros hermanos y hermanas que huyen de situaciones de extrema pobreza o conflicto. Creo que ofrecer un espacio de acogida a los migrantes es fundamental».
«Consideración preliminar. Si existe temor de una “invasión” de migrantes, hay muchas razones, la primera de las cuales está relacionada con la seguridad. Por favor, lea los periódicos italianos, no sólo Avvenire y L’Osservatore. Se ve que no frecuenta estaciones de tren ni nada, si viniera a París lo entendería aún mejor. Si hay miedo a una “invasión” es porque no hemos entendido a qué vienen, cuántos realmente trabajan y cuántos en cambio… ¿hacen otra cosa? ¿Por qué las mujeres y las personas mayores tienen miedo de caminar solas por la tarde o temprano por la mañana? ¿Qué tienen, manía persecutoria? ¿Por qué seguimos viendo a limpiadores de ventanas y vendedores ambulantes acosándonos?, si hay tanta necesidad de mano de obra, ¿por qué no están ellos en las fábricas trabajando? Nos detendremos aquí por ahora».
«Primera pregunta: Disculpe, Eminencia, leyendo lo que usted afirma, encontramos una contradicción. Migrantes: ¿Los necesitamos o están huyendo?, quizás desde las cárceles o son infiltrados en Italia por ISIS. Segunda pregunta: Disculpe, Eminencia, ¿podría explicar por qué Europa y, en particular, Italia tienen “extrema necesidad de inmigrantes”? Pero, Eminencia, ¿sabe usted que una parte importante de los inmigrantes proceden de países islámicos? ¿Estás pensando en convertirlos? Ciertamente no, ya que el Santo Padre lo ha excluido. ¿Estás pensando entonces en una forma de sincretismo religioso fusionando el catolicismo y el islam? «Creemos que usted quiere abordar la fe católica y no los problemas económicos, porque estos deben abordarse en función de sus causas, no solo de sus efectos, y requieren cierto tipo de experiencia, digamos… En lo primero, usted es ciertamente un experto; en lo segundo, considerando a ciertos «expertos» que ha incluido en la Academia Pontificia de Ciencias.
En este estado de pre cónclave silencioso hoy tenemos un artículo sobre el cardenal Elector Peter Kodwo Appiah Turkson, Canciller de la Pontificia Academia de Ciencias y de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, Prefecto Emérito del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, primer cardenal nativo de Ghana, nació en Nsuta-Wassaw, diócesis de Sekondi-Takoradi, el 11 de octubre de 1948. Nombrado por Juan Pablo II Arzobispo Metropolitano de Cape Coast el 6 de octubre de 1992. Habla con fluidez seis idiomas: fante (lengua materna), inglés, francés, alemán, italiano y hebreo. Participó en el cónclave de abril de 2005 que eligió al Papa Benedicto XVI y en el cónclave de marzo de 2013 que eligió al Papa Francisco. El cardenal Turkson afirmó las posiciones tradicionales de la Iglesia sobre el sacerdocio, el matrimonio entre un hombre y una mujer y la homosexualidad. Si bien condena el aborto y la eutanasia, es permisivo respecto del uso de anticonceptivos en determinadas circunstancias. Y a pesar de su estrecha interacción con funcionarios y afiliaciones de la ONU a lo largo de los años, generalmente ha evitado advertir públicamente contra las políticas de “salud reproductiva”, es decir, el aborto y la anticoncepción, que la ONU promueve ferozmente. Parte de su familia es musulmana, denuncia la islamofobia sin cerrar los ojos ante los peligros que el Islam supone para la libertad humana en África y Occidente, especialmente para los migrantes. El cardenal Turkson también participó activamente en las reuniones del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, donde representó los intereses y perspectivas del Vaticano sobre cuestiones económicas mundiales.
The Telegraph dice que son seis los cardenales, incluidos dos considerados fuertes candidatos a ser futuros papas, han sido acusados por activistas de encubrir
abusos sexuales en la Iglesia. A principios de esta semana, lanzaron ‘Conclave Watch’ una base de datos destinada a investigar exhaustivamente a los potenciales candidatos papales. «Si el próximo Papa realmente quiere terminar con los abusos del clero, debemos asegurarnos de que no los haya encubierto y que respalde una ley vinculante y universal de tolerancia cero». Un expediente explosivo de quejas compilado por grupos que representan a sobrevivientes de
abusos sexuales ha sido entregado a Parolin. Las acusaciones se hicieron públicas el jueves cuando se supo que el
Papa Francisco, de 88 años, que fue dado de alta del hospital el domingo. La Red de Sobrevivientes de
Abusos por Sacerdotes (Snap), junto con una organización de sobrevivientes llamada Nate’s Mission, denuncian que los seis cardenales permitieron u ocultaron abusos sexuales cometidos por clérigos católicos y pidieron a la Santa Sede que inicie inmediatamente una investigación. El Vaticano no ha contestado ni se ha referido públicamente a las acusaciones. Los cardenales acusados fueron identificados como Peter Erdo, de Hungría, Kevin Farrell, de Irlanda, Victor Manuel Fernandez, de Argentina, Mario Grech, de Malta, Robert Francis Prevost, de Estados Unidos, y Luis Antonio Tagle, de Filipinas. «Hemos recopilado las pruebas, seguido los procedimientos del Vaticano y dado a conocer los nombres. Si el papa Francisco se toma en serio su política de «tolerancia cero», nombraría a un investigador verdaderamente independiente y abriría los archivos de abusos a esa persona, como prometió en 2019.
El cardenal vicario Baldo Reina no pierde una y asiste a la presentación de: “La obra del Espíritu y la responsabilidad del pensamiento católico”en la Basílica de San Juan de Letrán realizado por el investigador Giulio De Rita, sumamente interesante. El estudioso habla de la existencia de una «gran zona gris» de católicos italianos no practicantes (56%): «Veo, sin embargo, que de la investigación surge el deseo, la curiosidad y también, aunque débil, el libre deseo de mantener una referencia al Evangelio». Concluyó su discurso deteniéndose en el «éxodo» de la asistencia litúrgica. «Nuestras comunidades deben preguntarse si son inhóspitas». «Si nos queda una oveja en el rebaño y 99 se han perdido, esas son las que debemos buscar. Necesitamos retomar con mayor vigor nuestro compromiso con el crecimiento de la sociedad». En el estudio que acompaña al documento, Censis señala que el 71% de los italianos se declaran católicos, pero sólo el 15% es practicante, quizás menos. Otros se inclinan por una relación “individual” con la fe, con la espiritualidad. Esta gran «zona gris, son rostros, historias, niños, padres y madres de familia, enfermos. Nos preocupamos por cuidar a los cristianos que no asisten a nuestras parroquias.
La Iglesia nacida del Concilio Vaticano II se ha vuelto tan en salida que su visibilidad es, hoy, extremadamente reducida, probablemente porque ha renunciado a ser una «Iglesia entrante», a través de un ecumenismo y una libertad religiosa interpretados en clave liberal y colegial, para santificar el relativismo, anular el Dogma, debilitar el pecado, arrodillándose ante el mundo, abriendo el redil porque las ovejas sienten la necesidad de salir a buscar lo sagrado, el Camino, la Verdad y la Vida. Además, la oveja que permanece en la Iglesia es reprendida porque es fiel a la Tradición, por lo tanto no tiene iniciativa, y es expulsada de malas maneras
¿Puede la verdadera Iglesia de Cristo renunciar a ser “Mater et Magistra”, reconociendo su santidad en la unicidad de la interpretación efectiva de las Sagradas Escrituras, a través del infalible Magisterio ordinario y extraordinario de los legítimos Sumos Pontífices, dentro de una Institución querida monárquica por su fundador, habilitada para apacentar a sus corderos, mientras que los Apóstoles y sus sucesores tenían la misión fundamental de bautizar a todos los pueblos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque quien crea, se salvará y quien no crea, se condenará? Parece que durante dos mil años aproximadamente, los Papas, los santos, los mártires, aquellos que se convirtieron gracias a la predicación y a la Gracia, ¿no habían entendido nada? Jesús se declara el único mediador posible de la salvación: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí». (Juan 14:6). Finalmente escuchamos: “necesitamos principios masónicos como la Solidaridad y la Hermandad”. Estas sentidas palabras fueron pronunciadas públicamente en diciembre de 2020 por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y ex Presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Parece que estáis en perfecta armonía. Quizás por eso hay cada vez más gente que abandona su Iglesia…
Y terminamos con un extracto de «Benedicto XVI. El legado de vida y obra», el nuevo libro de Elio Guerriero. «El 9 de noviembre de 1989, para sorpresa del mundo, cayó el Muro de Berlín, la Cortina de Hierro que separaba Europa Oriental de Europa Occidental desde los años 1960. De hecho, había habido varias señales de la desintegración del poder soviético en Europa. La sorpresa, sin embargo, fue enorme y, ante el entusiasmo abrumador de Juan Pablo II, Ratzinger se convenció de que «es un deber ineludible, tanto para el teólogo como para el pastor de la Iglesia, entrar en el debate». Por ello, aceptó celebrar conferencias, escribir artículos y participar en debates. La pregunta es: ¿Por qué el hombre occidental se ha visto reducido a odiarse a sí mismo? El punto de inflexión para Europa que Benedicto XVI esperaba tras la caída del Muro de Berlín no se produjo. Tanto el materialismo como el relativismo habían continuado su avance imparable. En la introducción, el texto hace referencia al “patrimonio cultural, humanístico y religioso del continente” . Francia, sin embargo, se opuso a esta formulación en nombre del secularismo.
Al final, la carta de derechos aprobada por el Parlamento Europeo sólo contenía una referencia genérica al “patrimonio espiritual y moral de Europa”. Ratzinger en una conferencia celebrada en Berlín en 2000: «Hay aquí un odio hacia sí mismo en Occidente que es extraño y que sólo puede considerarse como algo patológico». Los mismos partidarios del multiculturalismo, aquellos que muestran una plena comprensión hacia los valores de otros continentes, sólo ven en nuestra historia lo que es deplorable y destructivo. En 2004, se estaba trabajando en la nueva constitución de la Unión y, una vez más, no se hizo mención alguna de Dios ni de las raíces cristianas en el preámbulo de la nueva constitución. Ratzinger tomó nota de ello, pero señaló que sin la fe también la razón está en peligro, del mismo modo que las fuentes de la moral y del derecho pierden su apoyo . Europa se está volviendo cada vez más pobre. Todavía puede transmitir al mundo los descubrimientos de la tecnología y del comercio, pero renuncia al papel de guía cultural que ha desempeñado durante siglos. En cuanto a los cristianos, deben seguir ofreciendo su testimonio y podrán así convertirse en una minoría creativa al servicio de Europa y de toda la humanidad.
«…convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado».
Buena lectura.