De acuerdo con la primera parte del análisis de la psicóloga. Pero debería tener en cuenta que lo que ocultas, lo haces como forma de protección. Y sí, seguramente se lo tengas que contar en algún momento... cuando te sientas preparada y con las suficientes fuerzas para hacerlo. Evidentemente, no es ahora, sería más dañino que otra cosa en todos los sentidos. Diría que la terapia debería centrarse en fortalecerte y afianzar tu independencia y seguridad en ti misma, para que llegado el momento de decirles la verdad (o que se enteren por otros medios, que el mundo es chico) sus acciones y reacciones no te afecten ni perturben, o que al menos puedas manejar esas emociones si se da el caso.
Prima, esta conclusión es a la que llega mi psicóloga.
De hecho anteriormente con otros terapeutas traté mi culpabilidad y malestar por ocultarles cosas y tener que “manipular” la realidad desde niña. Y la mayoría te insisten en que no te debes machacar por eso, que es una herramienta de defensa, necesaria para protegerte de ellos, aunque no sea políticamente correcta o vaya en contra de tus principios.
Ella sostiene lo mismo obviamente, pero va un paso más adelante y me insiste en que les diga la verdad. No mañana mismo, pero en breve, porque así me liberaré de la culpa.
Y no, sinceramente no creo que sea la mejor opción, ni estoy de acuerdo en que este malestar provenga solo de ocultarle cosas.
Creo que más bien es una suma de factores como que soy muy exigente conmigo misma, muy insegura, demasiado crítica y pesimista en general.
Todo ello derivado del (mal)trato de mis padres.
Y aunque haga terapia regularmente para tratarlo, de vez en cuando tengo recaídas y me vuelvo a sentir muy mal conmigo misma.
Pero no solo en aspectos relacionados con ellos sino en general.
Así por qué todo lo tengo que reducir a ellos?
Porque les tengo que informar de algo que me parece íntimo y propio y de lo que no pueden tocar mientras no sepan?
No sé si me explico.
Por supuesto que no creo que mantenga esto oculto toda la vida.
Que si me cambio otra vez de comunidad no les diga nada. O si me caso, o tengo hijos.
Les diré, pero sin entrar a detalles, como siempre.
Además de que nunca jamás saben ser discretos respecto a mí. Siempre ventilan mis cosas más personales a todo el mundo. A veces lo cuentan como anécdota, como si fuese gracioso, con cosas que son muy serias.
Creo que al final con esta terapeuta nos falta todavía mucha tela que cortar, que se centra mucho más en tratar mis emociones (que está bien y es muy necesario) sin conocer en profundidad la raíz de ellas ni las personalidades de mis padres y de todo lo que me han hecho.