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Es muy buena la serie The people VS. OJ. Simpson que hizo Ryan Murphy. La verdad es que te hace odiar y empatizar con cada personaje, incluyendo OJ. porque muestra cómo las tensiones raciales emergen en cualquier momento en una sociedad tan compleja como la estadounidense, que vive vendiendo una igualdad que es bastante relativa, además de describir muy bien lo difícil que resulta que un juicio por jurados sea realmente justo en USA, sobre todo cuando se trata de celebridades. Los jurados, que son personas comunes y corrientes enfrentándose a algo tan complejo como poder analizar en abstracto un crimen, sin dejar que sus prejuicios los influencien, en estos casos cuentan con información de más sobre los acusados y las víctimas,
El juicio fue un circo por toda la información que filtraban los medios y los interesados, pero además porque los altos índices de audiencia de las transmisiones televisivas de las sesiones afectaban las relaciones dentro de la Corte, así como la percepción que tenían todos los participantes sobre sí mismos y sobre el resto. De repente la Fiscal tenía que preocuparse por lucir atractiva para no terminar siendo ridiculizada en los noticieros por su físico, así como el juez y los fiscales meterse en personajes que fueran creíbles y generarán respeto. Casi todos los involucrados arrastraban historias de discriminación, ya sea por su etnia, su género o su clase social.
Sobre los asesinatos, aunque nunca se encontró el arma homicida, a OJ. lo inculpaban distintas nuestras de ADN: su ADN estaba en la escena del crimen y en su auto había ADN de las víctimas. También lo inculpaban huellas de una marca de zapatos muy exclusiva que él usaba y unos guantes (uno se encontró en su casa, otro en el lugar de los asesinatos), pero la defensa logró hacer dudar de los métodos de recolección y conservación de esas pruebas, argumentando que la Policía de Los Angeles era muy racista y evidentemente no tratarían con justicia a una persona negra, además que los dichosos guantes al final le quedaban chicos. Y si, la Policía de los Angeles era racista y sigue siéndolo, pero eran demasiadas pruebas como para que todo hubiese sido una trampa. Luego ayudó que no había ningún testigo con un testimonio realmente contundente. Nadie lo vio cometer el crimen, ni en la escena del crimen cuando pasó todo. Los testigos solo daban indicios: que si vieron un auto como el suyo cerca de la casa de su ex, que si otra persona vio su auto estacionado en su casa, que si se demoró en abrir la puerta, etcétera. En fin, las mismas pruebas en dos juicios por jurados distintos dieron dos resultados distintos. En esos años, la gente estaba muy dividida. Hoy no tanto, porque si no fue él ¿Quien podía ser? Es que no había nadie más con motivos, además OJ. era violento y tenía la fuerza física para dominar a sus víctimas. Luego vino el tema del robo con violencia que cometió en Las Vegas y ahí la gente se terminó de convencer de que él cometió esos crímenes.
El juicio fue un circo por toda la información que filtraban los medios y los interesados, pero además porque los altos índices de audiencia de las transmisiones televisivas de las sesiones afectaban las relaciones dentro de la Corte, así como la percepción que tenían todos los participantes sobre sí mismos y sobre el resto. De repente la Fiscal tenía que preocuparse por lucir atractiva para no terminar siendo ridiculizada en los noticieros por su físico, así como el juez y los fiscales meterse en personajes que fueran creíbles y generarán respeto. Casi todos los involucrados arrastraban historias de discriminación, ya sea por su etnia, su género o su clase social.
Sobre los asesinatos, aunque nunca se encontró el arma homicida, a OJ. lo inculpaban distintas nuestras de ADN: su ADN estaba en la escena del crimen y en su auto había ADN de las víctimas. También lo inculpaban huellas de una marca de zapatos muy exclusiva que él usaba y unos guantes (uno se encontró en su casa, otro en el lugar de los asesinatos), pero la defensa logró hacer dudar de los métodos de recolección y conservación de esas pruebas, argumentando que la Policía de Los Angeles era muy racista y evidentemente no tratarían con justicia a una persona negra, además que los dichosos guantes al final le quedaban chicos. Y si, la Policía de los Angeles era racista y sigue siéndolo, pero eran demasiadas pruebas como para que todo hubiese sido una trampa. Luego ayudó que no había ningún testigo con un testimonio realmente contundente. Nadie lo vio cometer el crimen, ni en la escena del crimen cuando pasó todo. Los testigos solo daban indicios: que si vieron un auto como el suyo cerca de la casa de su ex, que si otra persona vio su auto estacionado en su casa, que si se demoró en abrir la puerta, etcétera. En fin, las mismas pruebas en dos juicios por jurados distintos dieron dos resultados distintos. En esos años, la gente estaba muy dividida. Hoy no tanto, porque si no fue él ¿Quien podía ser? Es que no había nadie más con motivos, además OJ. era violento y tenía la fuerza física para dominar a sus víctimas. Luego vino el tema del robo con violencia que cometió en Las Vegas y ahí la gente se terminó de convencer de que él cometió esos crímenes.
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