Me he acordado ahora de dos hermanas que conozco del colegio. Una es un año mayor que yo; la otra es un año menor. Van siempre juntas, lo que no sería de extrañar, aunque ha sido siempre la mayor la que favorecía (o forzaba?) la situación. Siempre quería saber dónde estaba su hermana menor y qué hacía.
Desde que la mayor empezó a salir con un chaval cuando tendría 17 o 18 han ido los tres juntos a todas partes. Y estamos hablando de dos hermanas que ahora tienen 48 y 50 tacos. A la hermana menor no la he visto con amigos desde que dejamos el colegio; al principio con su hermana y el novio, ahora con su hermana y su cuñado. Compraron pisos contiguos en el mismo edificio y a veces pienso si en realidad vivirán todos juntos. La pareja no ha tenido hijos, así que van siempre los tres en pack. Las pocas veces que “alternan” con otras amistades lo hacen en pack indivisible de tres.
Tal vez sean muy felices pero a mí me resulta un poco enfermizo, visto desde fuera, y a la vez me apena, porque a la hermana mayor la recuerdo como muy tonta, pero la menor era un encanto y es como si se hubiera quedado en el limbo por ir siempre en el pack de su hermana. Aunque mayorcita es para haberse salido del enredo si quería.
En la boda de una amiga mía, que es familia de ellas, casi me desternillo de risa al verlos salir de la Iglesia, él de chaqué con una dama vestida de largo del brazo a cada lado. Parecía la salida de los novios de una boda-trío.