Y voy a decir añadir algo que muchos no querran escuchar, pero que cualquiera con dos dedos de frente y algo de pensamiento crítico ya ha sospechado: la psicología moderna no solo es un timo, sino que además está en manos de los estudiantes más mediocres del sistema educativo.
Seamos claros:
- No estamos hablando de neurocirujanos, ingenieros aeroespaciales o físicos cuánticos.
- Estamos hablando de una de las carreras más fáciles de acceder y de aprobar.
- Una carrera que, en muchos países, ni siquiera tiene nota de corte alta, porque nadie con verdadera capacidad intelectual se mata por entrar en ella.
Y aún así, van a tener enfrente a seres humanos en sus momentos más vulnerables. Personas que están atravesando pérdidas, crisis existenciales, depresiones, traumas reales.
Y la persona que se sienta al otro lado del escritorio, con su sonrisa impostada y su pose de "entendimiento", es un producto del mismo sistema educativo lamentable que ha degradado la excelencia y ha convertido cualquier universidad en una fábrica de títulos exprés.
¿De verdad os creéis que alguien que estudió con exámenes de opción múltiple, con trabajos plagiados de internet y con profesores que nunca pisaron un consultorio real, tiene herramientas para lidiar con el sufrimiento humano?
Los grandes pensadores que verdaderamente exploraron la psique humana –Nietzsche, Freud, Jung, Adler, Frankl– no obtuvieron su sabiduría de un grado universitario donde te enseñan “escucha activa” y cuatro técnicas de validación emocional.
Se sumergieron en la realidad, en el conflicto, en la introspección brutal y en la observación sin filtros de la naturaleza humana.
Pero la psicología de hoy no es eso.
Es un juego de niños comparado con disciplinas reales.
Y el resultado es el que vemos en este mismo foro:
- Gente en terapia durante AÑOS sin avanzar un solo paso.
- Psicólogos que, en lugar de ayudar, etiquetan y medican a la mínima duda.
- Pacientes que terminan sintiéndose culpables porque su terapeuta no supo cómo ayudarlos.
¿Conclusión?
Un gremio de mediocres diagnosticando a personas mucho más inteligentes, con más vida vivida y con más capacidad de análisis que ellos mismos.
Y lo más triste es que, por estadística, la mayoría de la gente nunca conocerá a un verdadero pensador, a alguien con profundidad, carácter y conocimiento real de la psique humana.
Se quedarán con los productos en serie de la universidad moderna: psicólogos con discursos vacíos y técnicas prefabricadas, que solo repiten lo que les enseñaron sin haber entendido nada.
¿Y este es el gremio que pretende guiar a la gente hacia la sanación?
No me hagáis reír.