- Me dijo que me quería a los tres días de salir, pero después de los primeros tres meses ya nunca. En 20 años puede que lo dijera en total 3 veces más, una de ellas ya en el proceso de divorcio
- Nunca lo conocí, no trasmitía nada, comunicación nula
- Dejaba de hablar y actuaba como si yo no existiese, sin motivo aparente. Podía durar días o meses
- Dependía económicamente de mí, nunca hizo esfuerzo por mejorar y nunca hizo esfuerzo por no gastar
- Era como un niño más en casa al que había que recordarle sus tareas, y aún así se quejaba de que teníamos poco s*x*, como si a alguien le apeteciera zumbarse a su hijo
....y aún así me quedé, hasta que dejé de hacerlo.
En mi caso me di cuenta de todas las señales, pero no les di importancia. De hecho, pensaba que tenía un matrimonio de lo más feliz porque nunca discutíamos, me hacía regalos (con mi dinero) y me "sacaba" a cenar o de fin de semana cuando yo estaba estresada (que era casi siempre). Pensaba que esa persona era así, que era su carácter, que así la "compré" y que no tenía derecho a cambiarla. Sin embargo, permití que él me convirtiera en una señora cansada, amargada y estresada.
Cuando sales de ahí es cuando te ves la cara de tonta

Que alivio