Yo estoy entre dos aguas. Por un lado, totalmente de acuerdo contigo en que hay que normalizar que se hablen según qué cosas delante del otro s*x* para que se dejen de remilgos. Igual que digo la menstruación delante de ellos, digo las poluciones nocturnas delante de ellas, por ejemplo.En mi caso en la charla de 1° de la ESO también sacaron a los chicos al final para hablar de la menstruación cosa que, a día de hoy, me parece una soberana tontería y seguir alargando el mito de que la regla es algo que ocultar.
Que sí, que yo en su día también lo agradecí porque había chicos en mi curso que tenían por hobby abrir los bolsillos pequeños de las mochilas para que se te cayeran las compresas (yo tengo la regla desde principio de 6° de primaria, así que era una cruz para mí), pero en realidad ellos deberían verlo como algo normal y natural y así a lo mejor las adolescentes no tendrían que ocultar las compresas y tampones como alijos de droga ni pedir uno casi de contrabando en lugar de con la naturalidad con la que se pide un kleenex.
Que luego nos encontramos a hombres hechos y derechos que les dices "menstruación" y ponen cara de asco.
Pero también creo que es importante dejar espacios para que las niñas puedan hablar libremente de sus dudas y problemas con una adulta (o varias), y que los niños hagan lo mismo con un adulto. Muchas veces cuando están en grupo mixto no salen dudas, pero luego en "petit comité" es cuando hablan y preguntan lo que les preocupa de verdad, y ven que otras niñas tienen las mismas dudas y experiencias.