En serio, huid de los tíos estos que merodean mujeres y sus ambientes.
Un amigo del pasado, era de estos, no tenía fenotipo progre, como el que expongo en ese post, pero era gordo grandullón que iba de sensiblote y buen tío, cuando guardaba un psicópata dentro. Estaba súper acomplejado. Lo que pasa que de su faceta oscura la sabíamos tres personas a lo sumo, ya que el resto le miraba como "el buenazo"; de buenazo nada, un manipulador de tomo y lomo que siempre acechaba cuando yo quedaba con mis amigas.
Vino a por mi, luego vio que no, y fue a por una amiga, mintiendo y maquinando para ganarse favores e intentar salirse con la suya. No lo logró y le desenmascaramos, era un mentiroso patológico, de tener que advertir a una amiga de la que se fijó para que no bajara la guardia con ese, menos mal que la chica tonta no era y le tenía calado.
Un amigo en común y yo ya le "fichamos" y desde entonces era como una guerra silenciosa cada vez que quedábamos con él porque le teníamos que tener "controlado", ya que estaba espwesndo el monento para empezar a maquinar.
Para hacerse el bueno, ponía a parir al resto de amigos, que curiosamente, ya andaban muchos de ellos casados y comenzando familias, y eso él no lo podía soportar: se le comía la envidia porque no lograba tener pareja, por razones obvias, y como os digo: envidia patológica hacia hombres más viriles, echados para adelante y con más éxito social. No podía con eso, y para intentar joderles, soltaba rumores bestias de ellos, todos mentira.
Era como una maruja envidiosa pero en hombre, y os digo que son los peores.
Una de las frases que soltó una vez mientras ponía a parir a un amigo suyo y otros diciendo cosas terribles "como bien sabes, Beltane, yo soy una buena persona".
Es que tenía estudiada su imagen de "buen chico" y os aseguro que daba hasta miedo. Y allí estaba, diciendo barbaridades de un amigo común que era su mejor amigo.
Ese "como bien sabes" era algo flipante: sabía que de cara a los demás estaba bien considerado pero a unos pocos realmente, no nos la daba.
Su táctica: quedar para "tomar algo" en una terraza y ponerse a soltar dramas personales (que no padecía, eran inventados), y así llamar la atención con el "sufro mucho", y siempre, siempre, cuando había mujeres, estas cosas no las hacía delante de los hombres ni del resto de amigos. Y siempre poniendo caras de bajón, todo era una trola; este habría oído o leído que el rollo de dar pena atraía mujeres y se lo creyó. Nos daba dolor de cabeza y nos amargaba a todos. Hacia cosas tremendas para llamar la atención. Era algo que tenía estudiado solo delante de las mujeres, el rollito sensible a ver si dando pena intentaba mojar el churro. Jamás lo consiguió.
No lo hacía delante de hombres porque no colaba y sus amigos ya le tenían enfilado, por este motivo se quedó solo.
La última vez que le vi, ya me tenía hasta el gorro, quedaba con él por ser amigo de hacía años y años, pero aquel día fue como el tope. Le veo de lejos y está normal, cuando me divisa se pone automáticamente con la cara mustia, y nada más sentarnos en la terraza empieza con la monserga de que sufre mucho y la vida es una mierda, ese día me cargó sobremanera, así que le dije que un familiar venía a la ciudad y me tenía que ir, le solté una trola, me levanté de la silla y me fui a mi casa. Estuve con él maximo 30 minutos aquel día, es que rebote de la silla porque no le soportaba más, en serio, que no os fieis del tío dramas que va de sensible.
Fue la ultima vez que le vi, algún mensaje me envió en otras ocasiones pero no le quise ver jamás, es que amargaba a todos y encima sabiendo lo manipulador y mentiroso que era.
Una vez incluso, aprovechando que estábamos en casa de una amiga celebrando mi cumpleaños, le sorpendi intentando meterme mano con la mano yendo hacia donde estaba yo, y ese recuerdo, que tenía ahí como olvidado, el día ese que digo que le vi por última vez en la terraza, salió disparado en mi cerebro y me dije "ahí te quedas, imbécil".
Recuerdo que para ese cumpleaños me compro un regalo y estaba empeñado en ir a mi casa a dármelo, entonces, todavía vivía con mis padres. No le dejé, ese empeño me dejó sospechosa y yo no paraba de darle vueltas a la cabeza de que el tío tenía la idea en su cabeza de que éramos novios, y quería entrar en casa para ganarse a mi familia con su rollo de "chico bueno". Pero que me pedía ir a casa con una insistencia que me dejó con la boca abierta.
Años más tarde le vi de lejos, creo que me vio, y me hice la sueca.
Pues este siempre estaba con el rollo de apoyar a las mujeres y le faltaba decir que los honbres eran los culpables de todo.
No falla.