Después de romper con una relación de años y ante la perspectiva de que me apetezca acostarme con algún chico puntualmente, de pronto me doy cuenta que no tengo nada que ofrecer. Estoy en la treintena y echo de menos lo bien que me encontraba en mis veintes. Y físicamente no estoy muy diferente, pero creo que la autoestima se me ha bajado por los suelos.
No es que sea yo un cuervo de fea, tampoco un bellezón, pero estoy delgada y me veo que no tengo ahora mismo ni pecho ni culo ni nada. Y lo poco que hay está menos firme que nunca. Siento que no tengo nada que ofrecer a alguien en la cama. Tampoco soy especialmente hábil, ni multiorgásmica, ni nada especial. Lo único que tengo son ganas, eso si...
¿Como lidiáis con estos pensamientos? A mi antes no me preocupaba nada, si me gustaba alguien y queríamos acostarnos no me lo planteaba. Ahora pienso que el chico que sea cuando me saque la ropa se va a llevar una decepción.
No sé por dónde empezar pero voy a tratar de hacerte ver lo equivocada que estás pese a no conocerte.
Lo primero de todo, ¿has pensado que tu palpable falta de autoestima provenga de tu pasada relación? Me explico, has estado años jugando cómodamente al "sota-caballo-rey", o quizá ni eso, y ahora te toca esperar nuevas cartas y un juego que ni siquiera sabes cuál es. Comprendo que da vértigo y que tengas algo de miedo pero déjate de bobadas que
ya puedes comenzar a jugar, seguro que eres capaz de hacer arder todas las cartas que caigan en tus manos.
Por otra parte, dices que no tienes nada que ofrecer pero, joder, permíteme que lo dude muchísimo porque es que todo el mundo tiene algo que otra persona desea. Piensa una cosa, ¿alguna vez te has acostado con un hombre? Pues, oh sorpresa, eso es porque le gustabas ya que nadie toca, abraza o besa a alguien que no le guste (a no ser que seas millonaria, obvio). Si le gustaste a alguien en el pasado, ¿por qué no podría volver a ocurrir? Si un chico "te saca la ropa" es porque está ansioso de besar tu piel y, si has elegido bien, le darán igual o incluso puede que le gusten tus imperfecciones. Opino que te juzgas mucho, muy duro y muy mal. No hace falta un cuerpo perfecto o ser multiorgásmica para disfrutar del s*x*, solo la voluntad de hacerlo.
Otra cosita. La gente soléis idolatrar vuestros veintes porque, claro, la publicidad y las redes sociales están plagadas de atractivas jovencitas con las que una vez os identificasteis. Sin embargo, aquí un cuarentañero viejales te asegura que la mejor década, especialmente en las mujeres, es la de la treintena. A partir de esta edad os volvéis mucho más atractivas, más sabias y con mucho más misterio y morbo.