A mí en su momento me ofrecieron o pastillas o legrado, yo no sabía qué elegir, qué no estaba yo precisamente centrada y pregunté qué me recomendaban. La ginecóloga de urgencias que me atendió me dijo que mejor las pastillas, que era un procedimiento fisiológico, menos invasivo y tal y tal, total, que me convenció y me pusieron las pastillas, y un auténtico horror. Cuanto tuve que volver a hacer la ecografía para ver cómo estaba, después de estar en una sala de espera llena de embarazadas, habían quedado restos y volvieron a decirme lo mismo, que podía elegir entre un nuevo ciclo de pastillas o un legrado. Nunca había estado en un quirófano y me imponía mucho respeto, pero no dudé, ni loca volvía a pasar por lo de las pastillas, aunque aceptaron mi decisión a regañadientes, insistieron que era mejor volver a usar pastillas, y yo lo tenía clarísimo. Tampoco fue nada agradable, pero si tuviera que pasar por ello de nuevo, legrado de cabeza y sin dudarlo un Segundo.