Es obvio que a partir de los 35 la biología no acompaña, pero tampoco es tan difícil quedarse embarazada a esa edad, cuando de verdad la fertilidad cae en picado es a partir de los 40 y el verdadero drama muchas veces llega cuando eres madre con treinta y muchos y luego buscas un segundo hijo a los 40 y este ya no llega aunque no tuvieras ningún problema en quedarte embarazada la primera vez.
De todas formas yo nunca he conocido a tanta gente con problemas de fertilidad ni tantos niños fruto de la reproducción asistida como ahora, y eso contando la gente para la que sigue siendo un tabú y no lo cuenta ni habla de ello. Y es gente de todas las edades, no solo a partir de los 40.
La diferencia con nuestras abuelas es que en líneas generales para ellas la vida era muy simple. Se casaban pasados los veinte y los hijos llegaban sin buscarlos cuando tuvieran que llegar porque esa era su finalidad en la vida. Hoy que una mujer pueda permitirse conscientemente ser madrea los 25 en la mayoría de los casos es una utopía, al margen de que conozco poquísimas mujeres que hubiesen querido ser madres a esa edad.
A mí me hubiese encantado haber sido madre mucho más joven de lo que lo fui, especialmente porque me hubiera encantado tener una familia numerosa, pero una cosa es la idea y otra muy diferente es por donde te lleve la vida. Si por ejemplo estudias una carrera universitaria, haces un master, buscas trabajo, te centras en él e intentas posicionarte, guapamente te plantas en los 30 sin que la maternidad sea una opción. Luego está que además tengas una pareja con la que tomar esa decisión a no ser que quieras ser madre soltera. Es muy bonito decir que hay que ser madre en la veintena, que es cuando biológicamente eres más apta y tienes más energía (esto último es más discutible), el problema que tenemos las mujeres, que no los hombres, es que además de aspirar a ser madres, aspiramos y tenemos todo el derecho del mundo, a ser muchas otras cosas, y a veces eso no es compatible.