Tanto el atropello fortuito como intencionado son posibilidades opinables.
Para mí una de las claves para optar por lo segundo es que si tienes en cuenta la distancia desde el inicio de la calle hasta el lugar presunto del atropello (el vallado trasero de la parcela paralelo al chalet), tienes en cuenta la aceleración de ese modelo de coche, tras un cálculo matemático de velocidad uniformemente acelerada y distancia recorrida, se obtiene que no la atropello más rápido porque no pudo alcanzar más velocidad dada la distancia.
Las otras serían que, pese a que se tomó una cerveza en bodegas, por lo que sé no consumió alcohol durante la mayor parte de la noche, mientras se fundía la pasta en las tragaperras. También está acreditado que fue capaz de conducir a una velocidad medianamente alta desde la cuesta de las bodegas hasta La Maña sin sufrir ningún tipo de percance.
Por último, pese a que la calle Dos no tiene farolas, la luna estaba entre creciente y llena y creo recordar que proporcionaba una iluminación del 80 u 85%, adecuada para poder distinguir a alguien caminando por esa calle.
Para mí, por tanto, no existen motivos reales de peso para pensar que no fuera totalmente consciente de que la estaba atropellando. En el caso de una atropello fortuito cualquier persona medio decente la hubiera auxiliado, y todos sabemos de sobra que en vez de eso lo que hizo fue encerrarla, esperar a que muriera y horas después tirarla a la cuneta como si fuera una colilla.