Tal cual.
Solo hay que ver cuántos chicos se hacen un "inicios de Jedet" y se maquillan, ponen joyas y visten como mujeres.
Lo que pasa es que eso como inicio de una transición es lo más normal del mundo, por así decirlo, porque lamentablemente no puede ninguno acostarse hombre y levantarse mujer en cuanto a rasgos y demás.
Esto, este proceso, esta "transición" era lo que la sociedad española por fin estaba normalizando. Eso y a los homosexuales.
Han tenido que venir no se cuántos gilipollas con ganas de llamar la atención y destacar para perturbar y esto y "hacerse un jedet" sin rematar, que esa es la cuestión.
Porque lo que quieren de esto es coger los beneficios que le aporte pero sin la implicación real que supone ser una mujer. Y claro, políticamente esto le ha venido bien a muchos para abrir una grieta en el país a nivel moral.
Si ya hay personas que les choca esto, personas que son abiertas y tolerantes pero no hasta este punto de entrar y comulgar con esto, es fácil ver a sectores más críticos al respecto. De ahí que aparezcan grupos tipo VOX, que antes no pasaban de un autocar que daba tres paseos al año.
Que hay un patrón está claro, y que eso es un problema también. Es fácil, solo hay que ver cuántos hombres hacen lo que acabo de decir, esa feminización, ese aspecto andrógino de cuerpo de hombre, estética femenina pero manteniendo rasgos masculinos que no puede disimular porque no se hormona o mete bisturí y cuántas chicas se dejan crecer el vello facial que tengan, se visten con ropa masculina, mantienen sus rasgos femeninos y "dulcíficados" pero van por la vida siendo andróginas de esa manera? Cuatro gatos habrá. Ellas no siguen ese patrón y no hacen lo mismo. Y si esto fuera algo por así decirlo "normal" lo "normal" es que lo hicieran ambos sexos por igual. Es decir, igual que hay homosexuales o bisexuales hombres y mujeres a partes iguales, por así decirlo.
Eso y que la reasignación no tiene nada que ver porque lógicamente pasar de hombre a mujer es infinitamente más sencillo y estéticamente muy logrado mientras que a la inversa es poner donde no hay y ya es distinto el asunto.
La clave de esto está en la atención. Vivimos en un mundo superpoblado donde cada vez es más difícil destacar y diferenciarse del resto. Y hay gente que quiere foco al coste que sea.
