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Fíjate que a mí no me gustan los musicales. Les fui perdiendo el interés. Lalaland me aburrió soberanamente. Bohemian Rhapsody me gustó porque realmente no es musical, es decir no se usa la música para contar los sentimientos de los personajes o mostrar sus relaciones. La música está ahí porque los personajes hacían música. Rocketman pensé que sería lo mismo, pero cuando leí que tenía 20 canciones, me eché para atrás en verla. Sin embargo, ésta me enganchó, porque los números son muy cortos. Muchas veces no son ni siquiera canciones. Son los diálogos de los personajes dichos de manera musical. Hay una escena en la que Zoe Saldana está mediando en un conflicto entre Emilia y Jessi (Selena). Con ambas está hablando por teléfono y se hace un montaje paralelo. Ahí no hay canción, ni siquiera están cantando. Están hablando con otro ritmo y a ese ritmo se le puso una música de fondo. La película está llena de ese tipo de secuencias y los que si son números musicales, donde el tiempo de la acción se suspende, hay coros y hasta bailarines son muy pocos.Esta mujer tiene que aguantar una de comentarios y de odio por ser transexual, que debe estar hasta el moño. A mi me parece bien que la gente deje de tomar el papel de víctima y se ponga chula frente a las críticas. Al igual que Lalachus con la gordura, que dijo que las críticas se las pasaba por el papo, me parece genial que esta mujer diga a todos esos gilipollas (que suelen ser hombres) que le van a comer el conejo.
¿Qué son contestaciones bastas y maleducadas? Si, pero más lo son las críticas. Ya basta de que a las mujeres se nos exija "educación y decoro" frente a críticas machistas asquerosas.
Respecto a la película, no creo que la vea. Los musicales para los americanitos, que no se porqué les gustan tanto si son lo mas aburrido del mundo.
La película es un relato sobre la búsqueda de la identidad individual en un entorno donde la gente desaparece violentamente, donde precisamente se les borra la identidad. A mí me parece una idea muy potente que para odio de muchos se le ocurrió a un extranjero, porque los mexicanos están ocupados glamurizando narcos (el Señor de los Cielos y sus chorrocientas temporadas) y haciendo cine fastfood para plataformas, sobre todo comedias pasatistas. Como decia no es una película perfecta. Selena Gomez se sale de su zona de confort, lo intenta, pero muchas veces su presencia distrae más que lo que aporta, porque precisamente su personaje es el que debe mostrar el costado más vil de Manitas (Emilia cuando era un hombre narco): una chica casada desde adolescente con un narco, engañada muchas veces y que no es libre para tomar su camino. Karla Sofía, para los que lo dudan, es súper femenina cuando hace de Emilia Pérez.
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