Para una mujer que ha recurrido a la plástica como quien va al manicure, me parece súper creíble que haya recurrido al injerto capilar, uno a uno. Tiene medios, tiempo y no le interesa nada más al punto de cambiarse la cara en el intento. O sea, no hay límite para ella. Fue y es capaz de borrar cualquier pieza original de su persona.
Lo del injerto lo veo mucho porque la raíz del pelo, sobre todo en la raya, parece “ brincar” un poco. No es su caída natural ni se levanta producto del secado para crear volúmen. Tampoco es por remolinos ni nada. Está tan pegado a la raíz que no hay cepillo que llegue ahí con secadora.
No sé explicarme bien, lo siento. Pero es la impresión que tengo. Por supuesto debe ser constante el tratamiento de sus peluqueras.
Pero, si no trae extensiones de lujo y trabajadas casi artesanalmente, los gajos de pelo cerca de la cabeza y lo que digo de su raíz me habla de un trabajo de injerto de muuucha paciencia para llegar hasta hoy.