Yo lo encontré para mi marido por recomendación de un familiar
Reconozco que tuvimos mucha suerte porque leo experiencias de primas que han pasado por 3 o 4 psicólogos y no han sentido conexión con ninguno.
Hay un hilo llamado Primas en Terapia, seguro que ahí encuentras más asesoramiento.
Te cuento mi situación con mi marido con su depresión
Mi marido a raíz de los malos rollos con sus padres, fue minando, minando y desarrollando una depresión, que pasó desapercibida porque aunque estaba siempre agotado y sin ganas de nada, pues era normal porque trabajaba muchísimo y además estaba de duelo por una abuela muy querida.
De repente cortó de raiz con sus padres, los mandó a la mierda, los aparcó en un cajón y empezó a sentir el deseo de hacer cosas y yo encantada de la vida, porque aquellas tareas de casa que llevaban siglos pendientes, fueron resolviéndose: se puso a arreglar muebles, pintar habitaciones, cambiar decoraciones, etc.
Y empezó a querer salir de casa a todos los sitios porque se le caían las paredes encima. Me costaba seguirle el ritmo. Conocía a una pareja nueva con la que simpatizábamos y quería llamarlos a todas horas para ir a su casa, a cenar al burger o a la bolera. Los llamaba por teléfono o mandaba mensajes a cada hora para consultar chorradas o mandarles videos de cosas graciosas. Esto casi llegando a nivel acoso.
Pero de esa fase pasó a la fase "iluminado". De repente estaba en casa encerrado, haciendo cosas de proyectos de ideas (una aspiradora Roomba para aspirar arena de playa en busca de joyas) y otras ideas que le robaban tiempo y no podía dormir ni comer porque perdía el tiempo y se le iban las ideas. Creo que dormía como mucho 45 minutos diarios. Bajó una barbaridad de peso. No se duchaba, no se cambiaba de ropa.No hacía nada que supusiese "perder el tiempo". Estaba obsesionado con la idea que nos haría millonarios y nos quitaría de trabajar.
Y al no comer y no dormir, fue desvariando más y vino el primer brote psicótico.
Me desperté una noche a las 3 de la madrugada y estaba sentado en el descansillo de casa, poniendo unos burletes a lo largo de la puerta porque esa tarde el vecino lo había mirado mal y seguro que era porque de nuestra casa le salía olor a mierda de gatos . Estábamos de pleno en la fase de nivel persecutorio y alucinaciones y yo sin enterarme.
Después me prohibió gastar dinero en hacer la compra porque en casa se gastaba mucho y yo era una derrochona. Y como tenía café, harina, leche y botes de aceitunas y botellas de aceite,pues te arreglas y comes, que esas son cosas que se pueden comer y él con un bote de aceitunas al día , ya iba servido (spoiler: una amiga trayéndome comida a escondidas porque él no me dejaba comprar ni comer porque consumía mucho)
También tuvo la fase de obsesión con el peso, como toda su vida quiso bajar de peso y no lo conseguía y ahora bajaba peso a lo loco pues se puso de meta , adelgazar más. Hizo un excel donde anotaba mínimo 45 datos de pesaje diarios, cuando se levantaba, antes de ir al baño, después de ir al baño, antes de comer, después de comer, antes de sentarse en el despacho, después... TOC
Después tuvimos un episodio bastante siniestro, en el que yo tenía una cita médica, pedimos un taxi, el taxi le olía a gasoil y se asustó pensando que podríamos estar en peligro, así que le chilló al taxista para que parase porque nos bajábamos allí. Yo como los japoneses, bajando la cabeza y diciendo

erdón,perdón, disculpe, está enfermo, bla bla bla. Él me sacó a rastras del taxi y me hizo cruzar una avenida entre varios coches para ir a otra parada de taxis y todo esto chillando.
Esto viniendo de un marido que jamás, jamás de los jamases me levantó la voz ni me cogió del brazo a modo violento ni nada de nada. Siempre todos nos envidiaron porque a mí me tiene en un pedestal y aún me mira embobado con 25 años de casados.
Fue entonces cuando me cayó la venda de los ojos, me di cuenta que una depresión es algo serio, y que yo sola, con amor y mimos no podía con eso. Saqué el tema de que fuese a un psicólogo. Se negó en redondo porque no quería andar dormido tomando pastillas.Según él eso es lo que hace toda la gente que va a terapia.
La suerte fue que estando de baja, desde la Mutua , le obligaron a ir a una psicóloga y desde la Seguridad Social le mandaron al psiquiatra, pero casi 6 meses de espera para una cita.
Tuvo otro brote muy grande, donde casi me agrede porque estaba harto de mí, que le mangoneaba la existencia, era peor que su madre y no paraba de recordarle cuando tenía que comer, dormir y ducharse y se marchaba de casa porque quería divorciarse.
Conseguí llevarlo a Urgencias al Hospital. Ahí le dieron medicación (Tranquimazin,diazepan, cloro no se qué, un montón) y empezó a tomarlas, pero de repente se pasaba 14 horas dormido y a los 4 días dijo que ni de coña, que eso no era curar, era enmascarar. Entre el médico de cabecera y yo volvimos a convencerlo de los peligros de estar sin medicación o dejarla de golpe.
Entonces hablamos con una tía suya quien le dijo que ella había pasado por algo similar y que a base de psicólogo y medicación salió a flote.
Y a la tía , sí le hizo caso , cogió los datos de su psicólogo y me pidió que le consiguiera cita y tuvo buen feeling desde el principio (excepto una sesión algunos meses después donde el psicólogo lo abrazó y se sintió acosado sexualmente = otra paranoia suya motivada porque a escondidas se había dejado de tomar 2 pastillas)
Lo que he aprendido de esto es que la gente que te rodea, es la que ve claramente que no estás bien, que por tí mismo no consigues nada y sí, necesitas ayuda de psicólogo.
La persona que lo sufre por primera vez nunca ve la necesidad de ir a terapia. Está convencida de que "controla", de que sabe lo que le funciona o no a su cuerpo y la frase favorita de mi marido era que con 40 años todos sabemos gestionar nuestras emociones y no necesitamos pagarle a nadie para que te digan qué hacer con tu vida.
En cambio las personas que ya han ido a terapia, cuando vuelven a tener un bache, a menos que pasen mal rato económico, no se lo piensan dos veces y van directos a consulta.
Que no es que uno está deprimido porque quiere, o porque piensa cosas tristes, que con buscar cosas positivas o hobbies que te alegran el alma ya está.