Yo creo que tienes tres opciones, ahora que el tipo se aviene a contactar de nuevo porque le pica el chibirí.
a) La opción ratilla astuta cabronceta:
Le dices que has quedado con un tipo de Tinder un par de veces, que habéis foll*do, y que estás muy pillada. Que bueno, quedar como amigos para contarle lo mucho que te gusta el otro, lo complicado que te resulta porque crees que tiene novia (un triángulo complicado y atormentado) y que necesitas hablar horas del tipo de Tinder y contarle detalles de lo que el otro te hace sentir. Que no bebes alcohol y tomarás una fanta.
b) La opción científica:
Le dices que estas haciendo un apasionante y sesudo estudio sobre el apareamiento de la mosca del vinagre y como el macho mueve el ala izquierda en los momentos de máximo ajetreo, por lo que vas a investigar si los machos de la mosca del vinagre son zurdos. Que cuando termines, si eso, que ya quedáis, pero en un lugar donde haya moscas.
c) La opción "La poupée qui dit toujours oui":
Le dices con entusiasmo que cuando quedáis, que estás tan contenta y deseosa de agradar como una muñeca de Famosa dirigiéndote al portal, y Jesús en el pesebre, se ríe porque está alegre.
Elijas la que elijas, el tío va a seguir siendo como el guadiana. Saldrá a la superficie cuando a él le convenga.
Como esta preciosa canción:
Quizás, quizás, quizás.
Así que, por tu supervivencia al quizás, lo mejor es, puerta abierta y que el Moscón del vinagre mareante vuele lejos.