Pues pobres, no? Debe ser muy muy duro vivir sin experimentar verdadera intimidad con otros. Bueno, no sé, a lo mejor no es para tanto y simplemente yo lo veo así de terrible por mi manera de ser.
Pues pobres, no? Debe ser muy muy duro vivir sin experimentar verdadera intimidad con otros. Bueno, no sé, a lo mejor no es para tanto y simplemente yo lo veo así de terrible por mi manera de ser.
Yo creo que si no pudiera ser yo y compartir lo que siento y pienso con los míos, implosionaría
Al principio creí que era un mecanismo de defensa, como dices tú. Pero ahora creo que es que no sabe hacerlo de otra manera, porque recientemente se ha unido otra pareja al grupo y sí veo que con ellos se comporta diferente, más normal.
Totalmente, creo que has dado en el clavo. Yo puedo tomarme un café con una compañera de la uni sin problema alguno, porque es algo que surge en determinado contexto y de forma más esporádica. Ahora bien, planear quedadas con conocidos que jamás van a ser amigos... pues no me nace, la verdad.
Yo me refería a esto también. Y a veces de esos momentos casuales se sacan cosas muy interesantes. Obviamente, planificar quedadas con gente que no te es más que conocida es un poco extraño y tirar el tiempo. Pero cuando surgen pueden ser muy valiosas también.
Me da la sensación de que son gente que van a hablar de su libro y ya. Te sueltan la chapa, les ríes algunas gracias, les asientes y ya.
Eso también me pasaba. Yo es que era muy payasa y vacilona, entonces entendí que simplemente era una persona seria, a la que podía ofender con mis payasadas y me sentía mal por juzgarlo y no agradarme sus quedadas
No sé. Hay veces que pienso que sí, que cuando realmente se interesa por algo mío es porque esa información le va a ser útil.
Pero es que tampoco podemos hacer de psicólogos de los demás constantemente. Por supuesto que hay que estar ahí para tus colegas y ayudarlos en la medida de lo posible, pero también tienes que tener en cuenta cómo te sientes tú, y si sientes que no te aporta nada la relación, seguramente es porque sea así. No te fustigues, primo... La vida es muy corta para sentir que sobramos en según qué sitios.
¿Es que sabes que me está pasando ahora a mí con él viendo que con la otra pareja sí comparte? Empiezo a pensar si no me contará cosas porque me considera bocazas. Y ojo que sí, que soy bocazas, pero de lo mío y de mi casa, jamás de los amigos y ellos lo saben. Saben que soy una tumba para sus cosas y un libro abierto con las mías.
Vaya, un interesado... Me alegro de que tu marido se haya dado cuenta de que algo no cuadra en esa amistad.