Viaje de Cooperación a Senegal. Diciembre 11 al 14, 2017

DQ1tzmnXUAEMkjr.jpg
 
La mayoria de nosotr@s tiene dos vestuarios. Uno para ir al trabajo y otro para el tiempo libre. Una camarera no trabaja con tacones, un abogado no va con jeans rotos y una reina no se pone ropa que marque su anatomia.
 
El vestido de la llegada es feo; su costumbre de no llevar ninguna joya (excepto unos pendientes de niña) la deja siempre a medio arreglar, deslavada, deslucida; los zapatos que lleva no me gustan con ese vestido que no me gusta... Tiene toneladas de ropa: feísima, fea, aceptable y alguna cosa bien mona ¿por qué, Dios mío, repite semejante espanto? Con el traje del segundo día la encuentro mejor aunque, como de costumbre, la fastidia con algo, en esta ocasión con los zapatos... tiene cientos de pares de zapatos ¿por qué esos zapatones de ante? Qué agotamiento de mujer, de verdad.
 
La mayoria de nosotr@s tiene dos vestuarios. Uno para ir al trabajo y otro para el tiempo libre. Una camarera no trabaja con tacones, un abogado no va con jeans rotos y una reina no se pone ropa que marque su anatomia.

Para un acto en el que vas a estar de arriba a abajo moviéndote lo normal es esta altura de tacón de 3cm. Otra cosa es una cena o una entrega de premios en la que estás parado posando para la foto. Pues te pones el taconazo de 15 cm. Es como su manía de llevar un clutch cuando vas a tener que estar dando la mano, cogiendo cosas que te ofrecen etcétera.
 
Última edición:
Back