Fueron torpes porque matar a un ser humano es muy difícil. No murió con las mega-dosis de orfidal, tampoco murió después de ser estrangulada por el “hombre bajito” a domicilio, no murió después de comerse las albóndigas. Estos son los intentos de homicidio que han trascendido, pero quién sabe la cantidad de veces que habían tratado de matarla.
Yo imagino que hubo un momento en que la niña les echó en cara que la querían matar; ya lo había estado dejando caer a profesoras y amigas. Y es entonces cuando, sin planificación, la mataron para que no hablara. Por eso les salió tan mal, porque no la mataron en ninguno de los planes preparados, sino a la desesperada.