+1000 y lo jodido es cuando acabas asumiendo patrones de conducta disfuncionales, que no sabes por qué los tienes, crees que eres tu que tienes algun trastorno o que tu personalidad es asi, hasta que te das cuenta de con quien has estado
es que es algo muy común...yo misma sigo teniendo épocas, rachas (casualmente cuando me vienen flashbacks, cuando me pasa algo que me traslada a épocas de Vietnam o altera los débiles y finos cimientos sobre los que me sostengo) donde me planteo si quizás soy yo el problema, quizás soy esto o aquello (desde psicopatía hasta TLP o incluso esquizofrenia) porque cuando te sientes tan incomprendido o tiendes a sangrar de la misma herida una y otra y otra y otra vez, con personas diferentes, en épocas diferentes de tu vida y con una madurez y experiencias diferentes, llega un momento que asientas en tu cabeza como una certeza que
tú eres el problema (y mejor no hablamos de cuando tu propio entorno
refuerza esa idea).
Cuando eso sucede empiezas a rebobinar e intentas buscar patrones, conductas y sacar teorías irracionales y sin ningún tipo de sentido sobre ti (ejemplo: SOY UNA MENTIROSA; la situación en la que se ha basado: mentir continuamente a lo largo de su adolescencia a unos padres rigurosos que le impedían poder crecer y evolucionar como adolescente tal como hacer amigos, salir, ligar, dar su primer beso, hacer su primer viaje con los colegas, apuntarse a algo que le llamaba la atención, etc.).
Exageras todo lo que haces y erras y ello te lleva a una hiperobservación patológica sobre ti mismo que te empuja a un nivel de autoexigencia y perfeccionismo que no hace más que hundirte en la más profusa sensación de locura, además de desconectarte por completo de tu capacidad objetiva y la aplicación de la perspectiva humana, compasiva hacia uno mismo. Esto poco a poco también mina la autopercepción y nos hace dudar de nuestra propia personalidad, carácter, capacidad e identidad. Perder eso es perder los cimientos que soportan el peso de tu ser y el sentido total, el sentido de ser, de vivir, de sufrir, de querer. Vaya, lo más básico para poder tolerar el mero hecho de existir. Esto sucede en muchas circunstancias o períodos, pero cuando es algo crónico y su existencia solo llega a suceder en función de la percepción externa, puede ser un indicativo de un trastorno de personalidad. Los trastornos de personalidad no vienen de personas horribles, normalmente vienen de víctimas de situaciones y entornos que han privado o traumado a la persona gravemente durante mucho tiempo...tanto que le ha arrebatado lo más importante para poder darle un sentido a su vida, su existencia y su razón de ser.
Y me resulta cuanto menos paradójico, porque el origen o impulso de esa observación y búsqueda dentro de ti lo hacías con el objetivo de sentirte más seguro, de ganar algo de control a través de la obtención de una certeza (
yo soy el problema por esto, esto y aquello) y, sin embargo, acaba sucediendo todo lo contrario.
He ido a varios terapeutas a lo largo de mi vida porque, gracias a Dios y por desgracia, he vivido múltiples eventos traumáticos durante muchos años, de diferentes intensidades y de diferentes personas, desde la infancia. De ahí lo que he sacado es que, en ocasiones, y cuando la situación se sienta grave, es importante ir al psiquiatra también porque el terapeuta va a intentar "no diagnosticarte", es decir, él verá las conductas, pensamientos, percepciones y emociones patológicas y aplicará una terapia para tratar eso. Un psiquiatra te va a poner sobre la mesa lo que tienes y lo que no, algo que considero importante cara al sentimiento de culpa y el prejuicio ejercido hacia nosotros mismos.
En mi caso, ninguno de ellos ha puesto sobre la mesa los trastornos de conducta y personalidad, y os juro que hay veces que sigo dudando; sí la típica ansiedad, trauma complejo y poco más porque
"no hay necesidad, lo que nos interesa es que podemos trabajarlo y mejorar". Cuando te dicen eso, lo que tienes que sacar es que no es nada grave que necesites saber, como precisamente una esquizofrenia, un TLP, estrés postraumático, depresión, etc.
Por eso, puedo simpatizar con la prima en este aspecto al menos. Y como cara a terapia no existen las personas buenas ni las personas malas, solo las que sufren y las que no. Si sufre, sea por el motivo que sea, desde la agresión o la victimización, necesita ir a terapia (y al psiquiatra) y ver qué ocurre.