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Mi marido era muy despreocupado financieramente y yo era "la agonías" que estaba siempre con el freno al derroche y con el Y si....
Teníamos nuestras nóminas, cada uno gastaba de la suya sin dar explicaciones, pero teníamos una cuenta conjunta en la que nos proponíamos apartar cada mes lo máximo posible.
Yo ahorraba como hormiguita y él pasaba de todo. Para imprevistos siempre echaba mano de mí, ¿para qué cambiar?
No conseguía hacerle ver la importancia de ahorrar por si acaso. Además que no es justo que uno esté privándose de cosas y el otro gastándose su sueldo, que vale es su nómina, pero estábamos formando un hogar.
Él siempre tenía respuesta a mis miedos
¿y si te quedas sin trabajo? ---- tengo paro
¿y si enfermamos?--tenemos seguro privado y seguridad social y si nos vamos de baja laboral cobramos el 100% del salario.
¿y si necesitas ir al dentista? ---- copago en el seguro privado
Para mí era peor que golpearse contra un muro
No sabía como hacer para que entendiera mi punto de vista y me pasaba la vida rezando para no tener una emergencia seria.
Resulta que sí, tuvimos esa emergencia seria que jamás de los jamases , ni yo misma siendo agonías, hubiese previsto y a raíz de eso, después de años, mi marido ahora mismo ahorra más que yo porque le vio las orejas al lobo.
La pongo en spoiler, es muy larga pero espero que pueda ayudar a alguien a ver que la vida tiene cosas en las que jamás te paraste a pensar y para las que nunca estás preparado
Teníamos nuestras nóminas, cada uno gastaba de la suya sin dar explicaciones, pero teníamos una cuenta conjunta en la que nos proponíamos apartar cada mes lo máximo posible.
Yo ahorraba como hormiguita y él pasaba de todo. Para imprevistos siempre echaba mano de mí, ¿para qué cambiar?
No conseguía hacerle ver la importancia de ahorrar por si acaso. Además que no es justo que uno esté privándose de cosas y el otro gastándose su sueldo, que vale es su nómina, pero estábamos formando un hogar.
Él siempre tenía respuesta a mis miedos
¿y si te quedas sin trabajo? ---- tengo paro
¿y si enfermamos?--tenemos seguro privado y seguridad social y si nos vamos de baja laboral cobramos el 100% del salario.
¿y si necesitas ir al dentista? ---- copago en el seguro privado
Para mí era peor que golpearse contra un muro
No sabía como hacer para que entendiera mi punto de vista y me pasaba la vida rezando para no tener una emergencia seria.
Resulta que sí, tuvimos esa emergencia seria que jamás de los jamases , ni yo misma siendo agonías, hubiese previsto y a raíz de eso, después de años, mi marido ahora mismo ahorra más que yo porque le vio las orejas al lobo.
La pongo en spoiler, es muy larga pero espero que pueda ayudar a alguien a ver que la vida tiene cosas en las que jamás te paraste a pensar y para las que nunca estás preparado
El último enfado que había tenido con él por tema dinero, fue porque alquiló (sin consultarme) a medias con un amigo un piso de veraneo, 15 días cada uno, 2 mil euros que nos salía a pagar. Él tenía en su cuenta como unos 1700,pero quería comprarse un buen ordenador gaming y me pidió 1000 euros. Tuve pataleta,me parecía un disparate pagar 2 mil euros por 15 días de vacaciones, cuando nuestra nómina no llegaba ni a 1000. Al final puso él 1000 y yo otros 1000 y allá nos fuimos.
Al mes enfermé,una simple gripe que por complicaciones y negligencia médica, acabé más de mes y medio en UCI y cerca de 8 meses hospitalizada.
En ese tiempo, él echó mano de la cuenta ahorro (esa que rellenaba yo) porque aunque estaba en hospital de seguridad social y no pagaba nada, quedaba lejos de casa , no compensaba ir y venir,porque luego no encontrabas parking, así que él se gastaba 20 euros diarios en parking de hospital y un bocadillo,sandwich,menú del día o agua o café.600 euros más o menos de gasto mensual por estar allí conmigo al pie de mi cama.
Cuando salí del hospital, después de varios meses de baja laboral, la seguridad social me concedió una incapacidad permanente total, justo la que no indemnizaba mi seguro de vida (sólo indemnizaba en caso de muerte o incapacidad permanente absoluta). Como me concedieron la incapacidad total, se dió por terminado mi contrato laboral y no tenía derecho a desempleo. Tenía una incapacidad, que al ser total, era de una cuantía cercana a los 500€, o sea que perdí la mitad de mi sueldo (y sin cobrar paro). Además, al declararme la incapacidad, mi seguro de salud rescindió su contrato conmigo y el de vida también. Los seguros normales y corrientes no aseguran a gente con una incapacidad declarada. Ya sólo dependía de la seguridad social, quien después de 8 meses de sesiones de fisioterapia, consideró que yo había consumido bastantes recursos y dejó de atenderme. Tuve que buscar un fisioterapeuta y un neurólogo privados, 3 sesiones a la semana, a 60 euros la sesión, me dejaba al mes más de 700 euros en rehabilitación para volver a caminar, tragar, respirar y vivir normal.
Tuvimos que contratar una persona para que estuviese 2 horas conmigo a la mañana mientras mi marido trabajaba.
Todo era gasto, gasto y más gasto y todo fue saliendo de la cuenta que yo fui rellenando durante años, harta de ser siempre la única pringada que aportaba
A día de hoy mi marido ahorra más que yo.
Al mes enfermé,una simple gripe que por complicaciones y negligencia médica, acabé más de mes y medio en UCI y cerca de 8 meses hospitalizada.
En ese tiempo, él echó mano de la cuenta ahorro (esa que rellenaba yo) porque aunque estaba en hospital de seguridad social y no pagaba nada, quedaba lejos de casa , no compensaba ir y venir,porque luego no encontrabas parking, así que él se gastaba 20 euros diarios en parking de hospital y un bocadillo,sandwich,menú del día o agua o café.600 euros más o menos de gasto mensual por estar allí conmigo al pie de mi cama.
Cuando salí del hospital, después de varios meses de baja laboral, la seguridad social me concedió una incapacidad permanente total, justo la que no indemnizaba mi seguro de vida (sólo indemnizaba en caso de muerte o incapacidad permanente absoluta). Como me concedieron la incapacidad total, se dió por terminado mi contrato laboral y no tenía derecho a desempleo. Tenía una incapacidad, que al ser total, era de una cuantía cercana a los 500€, o sea que perdí la mitad de mi sueldo (y sin cobrar paro). Además, al declararme la incapacidad, mi seguro de salud rescindió su contrato conmigo y el de vida también. Los seguros normales y corrientes no aseguran a gente con una incapacidad declarada. Ya sólo dependía de la seguridad social, quien después de 8 meses de sesiones de fisioterapia, consideró que yo había consumido bastantes recursos y dejó de atenderme. Tuve que buscar un fisioterapeuta y un neurólogo privados, 3 sesiones a la semana, a 60 euros la sesión, me dejaba al mes más de 700 euros en rehabilitación para volver a caminar, tragar, respirar y vivir normal.
Tuvimos que contratar una persona para que estuviese 2 horas conmigo a la mañana mientras mi marido trabajaba.
Todo era gasto, gasto y más gasto y todo fue saliendo de la cuenta que yo fui rellenando durante años, harta de ser siempre la única pringada que aportaba
A día de hoy mi marido ahorra más que yo.