He terminado Adolescencia y me ha gustado, aunque había oído tan buenas críticas que me esperaba algo más espectacular. Pongo el resto en spoiler por si alguien quiere verla.
Está claro que la intención de la serie ha sido querer mostrar que cualquier hijo podría ser un asesino y sin que los padres lo sospechen ni remotamente. Por eso han cogido a un chico blanco, con pinta todavía de niño, y con una familia funcional. Sin embargo, me parece todo un poco forzado porque el chico pasa de parecer un angelito a que por gritar: ¡coxx! ¡Joder!, ya nos tengamos que creer que puede ser un asesino. Cuando, además, acto seguido pide perdón a la psicóloga. Hay chicos de esa edad que son el demonio y que jamás se disculparían y que de verdad se comportan como bestias.
Me pasa lo mismo con todo lo de la masculinidad tóxica que quieren presentar. Como a su padre le gusta el deporte y su abuelo se pasa la vida en el pub, el niño ya tiene un clima familiar que le condiciona y que le hace creerse lo del rollo incel y querer matar a una chica de su edad. Más les valdría haber mostrado que el chico arrastraba problemas desde niño o que realmente creció en un clima familiar violento y tóxico. Aquí nos dicen que tiene mucho genio como su padre y que sentía vergüenza porque era un paquete haciendo deporte y ya. Cuando vemos cómo su padre parece un buen padre que intenta seguir adelante y cuidar a su familia y cómo a pesar de estar cabreadísimo con toda lo de la pintada sigue mostrándose amable con su mujer y su hija.
De la serie me quedo con las actuaciones que son muy buenas y con los peligros que las redes e Internet pueden suponer para intoxicar las mentes de los adolescentes. Y con cómo los padres no pueden evitar sentirse culpables y cómo la hermana se niega a huir a otro sitio porque sabe que esto siempre les perseguirá.
Cuando una cosa así ocurre, destroza a toda la familia y ya nada será lo mismo. No he podido evitar acordarme del caso de Daniel Sancho al ver la serie y eso que él ya no era un adolescente, pero, conociendo su caso, vemos cómo muchas cosas se arrastran desde la infancia y que apuntaba maneras, aunque nadie podría imaginarse que descuartizaría a alguien. Aquí echo de menos mayor contexto para explicar por qué este chico actuó así. Igual que al final reconoce su culpabilidad por arte de magia.
Me pasa lo mismo con todo lo de la masculinidad tóxica que quieren presentar. Como a su padre le gusta el deporte y su abuelo se pasa la vida en el pub, el niño ya tiene un clima familiar que le condiciona y que le hace creerse lo del rollo incel y querer matar a una chica de su edad. Más les valdría haber mostrado que el chico arrastraba problemas desde niño o que realmente creció en un clima familiar violento y tóxico. Aquí nos dicen que tiene mucho genio como su padre y que sentía vergüenza porque era un paquete haciendo deporte y ya. Cuando vemos cómo su padre parece un buen padre que intenta seguir adelante y cuidar a su familia y cómo a pesar de estar cabreadísimo con toda lo de la pintada sigue mostrándose amable con su mujer y su hija.
De la serie me quedo con las actuaciones que son muy buenas y con los peligros que las redes e Internet pueden suponer para intoxicar las mentes de los adolescentes. Y con cómo los padres no pueden evitar sentirse culpables y cómo la hermana se niega a huir a otro sitio porque sabe que esto siempre les perseguirá.
Cuando una cosa así ocurre, destroza a toda la familia y ya nada será lo mismo. No he podido evitar acordarme del caso de Daniel Sancho al ver la serie y eso que él ya no era un adolescente, pero, conociendo su caso, vemos cómo muchas cosas se arrastran desde la infancia y que apuntaba maneras, aunque nadie podría imaginarse que descuartizaría a alguien. Aquí echo de menos mayor contexto para explicar por qué este chico actuó así. Igual que al final reconoce su culpabilidad por arte de magia.