Exacto. Hay que saber elegir las batallas que se ganan y las que se pierden. Eso es algo que los niños aprenden con la negociación y con la flexibilidad de los padres en según que cosas. Si resulta que venimos de una cena con la familia y el niño está pasado de rosca, pidiendo un helado... Quizás ceda porque seguramente después de comerse el helado tranquilamente se quede frito y tanto él como yo podamos descansar. Si le digo que no, seguramente no es que no se duerma a las 23, es que van a ser las 2 de la mañana y ninguno vamos a dormir en casa.
En cambio si resulta que pide el helado después de haber cenado tranquilamente y yo estoy tranquila lo más probable es que ese limite se quede como está porque al no estar el niño pasado de rosca seguramente se calme antes y se pueda "razonar" con él.
Esto es complicado llevarlo al ámbito escolar con 30 niños
@Neversurrender? Segurísimo. Pero sería más factible si tuvierais quizás 10 niños por clase