Nosotros desde el principio salimos a todas partes. A ver, comer, cenar y eso pues no. Pero intentamos no quedarnos en casa. Al principio era complicado porque comiendo 12 veces al día (biberón), era tener que darle 2 tomas cada vez que salíamos, y se me hacía pesado. Entre eso y que no era fan del capazo y el porteo al inicio tampoco le encantaba…
Ahora con 7 meses disfrutamos más. Tolera bien la silla, aunque tiene sus momentos de que no, y hay que cogerle en brazos, pero le gusta ir mirando todo y hay veces que está mejor y más contento paseando o en cualquier sitio antes que en casa, que tiende a aburrirse antes.
Ya teniendo muy reguladas las siestas y las tomas, salvo caso raro sé que no va a tener ni que comer ni que dormir fuera de casa porque nos organizamos para no salir en esos momentos, y genial. Tampoco solemos tener que cambiar el pañal fuera salvo que haga una caca inesperada. Así que mil veces más fácil que de recién nacido que, la verdad, es una etapa que no echo mucho de menos…