Bueno, ahí va lo que yo te puedo aportar:
- Si tu novio te quiere poner los cuernos, te los pondrá. Con esta o con otra. Si en vuestra relación hay una falla, o en su amor por ti hay una grieta, no hay nada que puedas hacer. En ese sentido, relájate, porque lo que tenga que ser, será. Convertirse en la señora con rulos que espera al marido con el rodillo de madera tras de la puerta, es una tontería, y es inútil.
- Si le prohíbes terminantemente que vuelva a ver a esa pelandrusca y le montas el gran pollo del siglo veinte, estás quedando tú mal, y además la seguirá viendo, pero a escondidas. Ella adoptará entonces el papel de "yo te entiendo y soy adulta, no como esa histérica de tu pareja". En cuanto esta cuestión se vaya al terreno de "lo escondido", se acabó para ti.
- Estás en un gran momento para aprender a confiar en tu pareja. Insisto, tú no eres quien para decirle qué puede hacer, a quién puede ver, qué amigas o amigos puede tener. Y al revés tampoco. Estos ratos en que queda con ella, aprovecha tú para salir también. No como venganza, sino como plan básico de rescate de tu salud mental.
- Puede ser que decida tener un romance con ella, no lo descartes. Entonces tú podrás elegir si rompes la relación, o si continúas con él. Todos somos libres de tomar decisiones, y toda decisión conlleva un resultado.
- Ten con él una conversación sobre todo este tema. No para montarle un pollo de celos, ni para prohibir nada como si fueses su dueña, sino para explicarle serenamente cómo te sientes con esto, el miedo que tienes a perderlo. Los hombres son tontos emocionales, él no se ha dado cuenta de que lo está rondando. O se ha dado cuenta, pero también le gusta jugar.
Te digo que cuando un hombre no quiere nada, lo deja bien claro. Igual tu pareja no ha sido tan diáfano.
- Si la relación que tiene con esa chica es inocente y la otra chica no quiere nada, los planes irán degenerando de manera natural hacia incluirte a ti. Quizá no en la segunda o tercera ocasión, pero sí antes o después.