Hola primis, hoy justo he buscado este tema porque mi madre me pone de los nervios... nunca hemos tenido una buena relación, de niña yo sí estaba muy enmadrada y la admiraba, pero de adolescente mi percepción cambió totalmente: se volvió victimista, chantajista emocional, controladora, malpensada, y no trataba bien psicológicamente a mi padre y a mis hermanas: no maltrato jebi, pero sí comentarios dolorosos, controladores, el discurso siempre es "lo he dado todo y vosotras no me dais nada" lo cual hizo la convivencia asfixiante y un continuo demostrar afecto que me volvió muy fría y distante con ella en particular.
Para mí irme de casa fue un alivio y una bendición (fue hace unos 12 años que me fui o así)... ella se lo tomó tan mal que no me habló en una semana.
Ahora mismo mi relación con ella es muy tensa, todo lo que dice me saca de quicio, está el triple de victimista, siempre todo son reproches: que si llevo el pelo así o asá, que si tengo o no tengo pareja, que se me va a pasar el arroz, que su alegría (SU) es que yo tenga hijos, que vista más femenina, que... siempre hay una correción, un choque, un "sé como debes ser". Justo le he salido fría, desapegada y bastante a mi bola y lo lleva fatal, de manera que siempre que nos vemos me infantiliza, se toma a broma mis comentarios o mis límites... cuando pongo un límite, por razonable y bien expresado que esté, se ríe en mi cara y dice: pero si eres mi hija. Y con eso lo zanja todo. Con mis hermanas ha tenido auténticos rifirafes por los niños, por los maridos, por todo. Es capaz de decir burradas solo para quedarse ella por encima. Eso y que es una maestra en gaslight tan fuerte que a veces hasta nos reímos en las comidas familiares... te niega a la cara ofendida cosas que tienen hasta testigos en la misma mesa corroborando...
Tiene una manía horrible que es sacarte fotos aunque no quieras y subirlas a instagram, o a stories de Whatsapp... lo que sea. Le he hablado de esto mil veces, da igual. Lo sigue haciendo. Yo tengo un tema peliagudo con la autoimagen, que trato en terapia, siempre me veo horrible en las fotos y es un tema de control personal, si me hacen fotos sin saber me pongo tensísima, pero si además las enseña a amigas como "presumiendo"... es peor. Se lo expliqué y literal se rió en mi cara, como si yo fuera su propiedad. Todo esto ya pasados los 30 tacos. Me sigue hablando como si fuera una cría. Le he invitado a ir a terapia, dice que eso no sirve para nada. Ese tipo de mentalidad antigua de pueblo. Me exaspera lo más que usa redes sociales, sube cosas sin saber, a veces la hemos tenido que montar pollos por subir fotos de los nietos con el uniforme del cole. Es incorregible. No la aguanto. Voy a terapia desde hace décadas (y tan a gusto) porque me sienta bien al coco, y siempre acabamos hablando de mi madre, y cómo ni una sola de mis estrategias sirve. Algunas de mis hermanas han tirado la toalla y ya simplemente le bailan el agua. Yo soy incapaz. No la considero mi amiga, no le cuento cosas personales ni íntimas. De la última pareja mía que conoció, le ponía a caldo sistemáticamente; desde entonces no ha vuelto a pisar su casa un solo novio (y los he tenido). Me niego. Ejerce una presión insoportable que disfraza de amor.
Hoy mismo me ha montado un pollo porque ha organizado una comida familiar el domingo y yo no sé si podré ir (aparte que allí, si no fuera por mis sobrinos, no aguantaba ni 1 hora). Pues ya pollo, audios llorando, que nunca estoy para ellos, que me voy a arrepentir... todo siempre va unido a lecciones, a que mi frialdad me pasará factura, a que me voy a quedar sola por trabajar tanto... en vez de felicitarme por llevar una vida independiente, tranquila, hacer deporte... todo lo hago mal siempre. Cuando estaba más rellenita, me hacía comentarios, ahora que hago deporte a saco y estoy en forma, me dice que parezco un esqueleto y que estoy fatal.... cuando llevo el pelo de una manera, lo critica. Todo lo que hago le parece mal. Si triunfo en algo, siempre hay una advertencia. Es cansadísimo. Se lo he dicho, no lo entiende. Todo lo toma como un puñetero ataque.
