A ver, voy a intentar explicarme lo mejor que pueda. No digo que todo el mundo tenga que sentirlo así, ok? Que aquí se hila tan fino que me da hasta pereza seguir con la conversación.
Si yo estuviera en esa situación y descubriera que no comparto los genes de mi padre/ madre o ambos, en función del momento y la manera ( que al final es la clave en esta clase de cosas) de mayor, o por casualidad, conociéndome, lo tomaría muy mal. Pero muy mal rollo crisis existencial, probablemente.
Si lo supiera desde siempre estoy segura de que sería algo completamente diferente, que lo habría interiorizado y visto hasta como una suerte, puesto que de entrada se presume que he tenido unos padres que han tomado una decisión muy meditada para tenerme y que estarán y habrán estado volcados en mi crianza y bienestar.
Ahora bien, incluso en ese segundo caso, quizá no inmediatamente o al cumplir la mayoría de edad, yo pienso que llegaría un momento en que querría saber. Me comería la curiosidad pensando qué les gustaría, cómo serían, a qué se dedicarían, si han tenido hijos… y creo que intentaría todo lo que se me ocurriera para descubrir cualquier cosa, por nimia que fuera. Repito, es lo que seguramente haría yo, y llevaría esto en la más absoluta intimidad, jamás intentaría contactar con ellos ( es que no tendría ningún sentido) ni diría nada en casa por no fastidiar.
Creo que es la enorme diferencia entre adoptar un bebé y la donación de gametos lo que me permitiría no tomarlo en ningún caso a la tremenda, rollo abandono. Me habéis acusado muchas de confundir términos y para nada, pero creo que esa curiosidad e incluso necesidad para algunos por saber quiénes llevan tus genes debe ser común a ambas circunstancias. Pienso que para mí lo sería, aunque obviamente la carga emocional sea radicalmente diferente.
No sé si he sido capaz de expresarme claramente, no se me ocurre cómo hacerlo mejor. Ahora ya lo que cada uno quiera entender