Mi bajón a nivel de cansancio/salud, por suerte, aún no ha llegado. Puedo estar cansada de la semana y de la vida diaria, sí, pero si llega un fin de semana lleno de planes lo acepto sin problema. Evidentemente las cosas que hago ahora que soy madre no son las mismas que antes pero al final se traduce en estar fuera de casa y la verdad es que no me pesa. También es cierto que el trabajo que tengo ahora no me resulta tan exigente como el que tenía con 30 y aunque madrugo mucho (5:40 en pie) antes de las 15:00 estoy en casa y no tengo mucho estrés, es genial.
En cuanto a físico sí que noté bajón tras ser madre, sobre todo en la cara. Tengo muy buena piel, no tengo arrugas, mi estilo no es clásico (lo que también ayuda) PERO no sé, es como que la preocupación con la que vives permanentemente desde que tienes hijos va haciendo mella en el rostro. No sabría decir concretamente que es lo que está peor que antes, es algo en general. Por suerte siempre he aparentado menos pero el rostro aniñado se ha ido perdiendo. Ley de vida!