No fue una decisión tomada conscientemente, pero si que fue una serie de circunstancias que nos llevaron a la situación final.
A mi pareja le dolía un testículo, los médicos de "nuestra zona" decían que Iboprufeno y poco más, él estaba agobiado, por lo que no paraba de taladrar-me la cabeza con el tema.
Del agobio que tenía, se lo comenté a una compañera (aleatorio verdad decir-le a una compañera de trabajo que a tu maridín le duele el huevo? pues suerte)
Justo esta compañera había conocido a X persona que le pasó algo en las zonas bajas y fue a un hospital concertado.
Llamé al centro concentrado, nos ofrecieron visita gratuita, convencí a mi pareja de ir.
En 3 minutos de visita nos confirmaron un cáncer y el tratamiento a seguir.
Sabéis lo mejor/peor? Que la visita la hicimos 2 semanas antes de que explotara el caos del Covid.
Si no se lo llego a comentar a mi compañera, no se le habría diagnosticado ni tratado, y quizás, no tendrían maridín...
Esta decisión tomada sin querer, literal que nos cambió la vida, y gracias a que "se salvó de una gorda" y se le trató rápido, podemos disfrutar de nuestra hija. Menuda suerte tuvimos.