Gracias por la explicación, ahora entiendo muchísimas más cosas.
Mi único "consejo" (lo entrecomillo porque no soy psicóloga ni psiquiatra, con lo cual es un consejo basado en mi experiencia y que no necesariamente le puede funcionar a otras personas) es que trates, paulatinamente, primero de centrarte en el presente (lo que ves, lo que sabes), y sobre todo, no dedicar tiempo a intentar entender por qué los demás son como son o hacen lo que hacen.
Es decir, siguiendo con el ejemplo que has dicho: entro en la oficina, digo buenos días, alguien no me contesta. En lugar de pensar "no me ha oído", directamente frenar ese pensamiento y dejarlo morir. No sé si no me ha oído, si no ha querido oírme, o si está tan sumido en su trabajo que no se entera de nada más, así que como cualquier cosa que se escapa de mi "control" (que es dar los buenos días) no intento entenderlo ni controlarlo. En este caso, la reacción de un tercero es ajena a mí, así que no le doy mayor importancia a su reacción, porque lo que yo tenía que hacer está hecho (que es dar los buenos días).
(Evidentemente, todo con matices, pero en general, todo aquello que ya es ajeno a mi control y todo lo bueno o todo lo posible que yo he hecho está hecho, pues lo tengo un rincón al que no le presto mayor atención).