Hola primas,
Os voy a comentar un tema bastante delicado, así que intentaré no dar demasiados detalles y cambiar algún otro que no es relevante, pero sí os daré los suficientes como para que os hagáis una idea.
Tengo una amiga desde hace mil años. Nos conocimos en la época del instituto. Siempre ha sido una chica con mucho carácter, muy a la defensiva, muy sensible también y proviene de una familia digamos, disfuncional. De pequeña, su hermano tenía una enfermedad muy grave y toda la atención de la familia estaba volcada en ese hermano y sus cuidados. La hermana "sana" estaba bastante desatendida. Ella es muy hipoconcríaca de siempre, hasta el punto de que cada vez que alguien le cuenta una enfermedad que tiene, ella dice sospechar de tenerla también. Esta información es importante, ya veréis porqué.
Conectamos bien desde el principio y tuvimos una época de amistad intensa, pero luego me fui dando cuenta de que por su carácter y susceptibilidad, la amistad funcionaba mejor con ciertas distancias y así hemos llegado a veinte años de vínculo. Ella ha estado por mí en muchas etapas malas y lo mismo yo por ella.
Ella se casó muy joven y tiene dos hijos, todavía no mayores. Su marido es más lo contrario a ella, siempre ha sido mucho más pasivo y sumiso, es muy dependiente de ella, ella lleva la batuta de todo. La ha intentado dejar dos o tres veces sin éxito.
Estos son los antecedentes para que os hagáis la composición de lugar. Y ahora os cuento lo que me estoy dando cuenta o empezando a pensar para ver qué créeis.
Hace unos años, y a base de pasearse por mil consultas y pruebas, tanto ella como sus hijos, le dieron un diagnóstico de intolerancia alimentaria a una cosa concreta. Para daros una idea, tanto ella como los dos niños tienen lo mismo. Con el tiempo, ella además se descubrió intolerancia a varias cosas más, actualmente tiene que llevar una dieta muy restrictiva (no harina, no lácteos, no azúcar y no mil cosas más). Lo curioso es que a pesar de todo ello, está cada vez más obesa.
Más recientemente, empezó a sospechar de que tanto ella como sus hijos tenían el mismo trastorno del neurodesarrollo. No diré nombres, imaginarios por ejemplo, que fuera un trastorno explosivo intermitente y que ella piensa que lo ha tenido desde siempre y sus hijos también.
Vuelta a peregrinar por cien consultas hasta que da con un terapeuta que le da la razón y pone medicación a los hijos, ella no se diagnostica pero da por sentado que efectivamente lo padece también.
Pues primas, os cuento. Yo conozco y he tratado estrechamente con sus hijos y no he visto ningún rasgo que concuerde con ese trastorno. Pero me callo, es la madre, ella sabrá. Y de repente me he ido acordando de la época de las consultas para conseguir un diagnóstico de intolerancia alimentaria y también me empieza a escamar mucho que siempre que sospecha de algún problema, se lo diagnostiquen a los dos hijos, exactamente lo mismo y no es una sola cosa, sino varias.
La cuestión es que en ambas ocasiones, se vuelve obsesiva con el tema. Cuando la intolerancia, cada vez que hablaba con ella aunque no viniera a cuento la mentaba...con lo del trastorno, lo mismo...en las últimas semanas me ha buscado por whatsapp para hablar del tema...
Pero lo que más me extraña es que conozco a otras personas con hijos que han tenido ese diagnóstico. Y lo siente como una preocupación, un problema (que de hecho lo es). Sin embargo, mi amiga habla de ello como si fuera una especie de bendición. Mi sensación es que lo disfruta más de lo que le preocupa. Habla de que si ella y sus niños son diferentes pero especiales, que la gente con esa condición tiene como unas capacidades extraordinarias que no tienen las personas normales... El marido ni está, ni se le espera en ninguno de estos procesos.
Y a mí sobre todo me preocupan esos dos niños que ya están medicándose, y que si sigue en la misma línea, es muy posible que tengan más diagnósticos de otras cosas en un futuro.
No tengo ninguna seguridad de que mis sospechas estén fundadas, primas, y yo no soy acientífica para nada, pero por alguna razón mi instinto y mi intuición me dicen que tengan lo que tengan esos niños, a mí amiga se le está yendo la olla bastante. Tengo un caso cercano de Munchausen por poderes y me está recordando mucho a esa historia.
A ver si me podéis recomendar algo a la hora de tratar con ella. Yo había pensando sugerirle terapia, pero con mano izquierda (en plan, te vendría bien con lo sobrecargada que estás, con los niños con estos problemas y tú sola a cargo, etc). Hablar con el marido lo descarto, me parece un personaje totalmente inoperante. También dudo de que igual yo esté exagerando y todo esto es más normal de lo que parece...A ver qué opináis vosotras.
Os voy a comentar un tema bastante delicado, así que intentaré no dar demasiados detalles y cambiar algún otro que no es relevante, pero sí os daré los suficientes como para que os hagáis una idea.
Tengo una amiga desde hace mil años. Nos conocimos en la época del instituto. Siempre ha sido una chica con mucho carácter, muy a la defensiva, muy sensible también y proviene de una familia digamos, disfuncional. De pequeña, su hermano tenía una enfermedad muy grave y toda la atención de la familia estaba volcada en ese hermano y sus cuidados. La hermana "sana" estaba bastante desatendida. Ella es muy hipoconcríaca de siempre, hasta el punto de que cada vez que alguien le cuenta una enfermedad que tiene, ella dice sospechar de tenerla también. Esta información es importante, ya veréis porqué.
Conectamos bien desde el principio y tuvimos una época de amistad intensa, pero luego me fui dando cuenta de que por su carácter y susceptibilidad, la amistad funcionaba mejor con ciertas distancias y así hemos llegado a veinte años de vínculo. Ella ha estado por mí en muchas etapas malas y lo mismo yo por ella.
Ella se casó muy joven y tiene dos hijos, todavía no mayores. Su marido es más lo contrario a ella, siempre ha sido mucho más pasivo y sumiso, es muy dependiente de ella, ella lleva la batuta de todo. La ha intentado dejar dos o tres veces sin éxito.
Estos son los antecedentes para que os hagáis la composición de lugar. Y ahora os cuento lo que me estoy dando cuenta o empezando a pensar para ver qué créeis.
Hace unos años, y a base de pasearse por mil consultas y pruebas, tanto ella como sus hijos, le dieron un diagnóstico de intolerancia alimentaria a una cosa concreta. Para daros una idea, tanto ella como los dos niños tienen lo mismo. Con el tiempo, ella además se descubrió intolerancia a varias cosas más, actualmente tiene que llevar una dieta muy restrictiva (no harina, no lácteos, no azúcar y no mil cosas más). Lo curioso es que a pesar de todo ello, está cada vez más obesa.
Más recientemente, empezó a sospechar de que tanto ella como sus hijos tenían el mismo trastorno del neurodesarrollo. No diré nombres, imaginarios por ejemplo, que fuera un trastorno explosivo intermitente y que ella piensa que lo ha tenido desde siempre y sus hijos también.
Vuelta a peregrinar por cien consultas hasta que da con un terapeuta que le da la razón y pone medicación a los hijos, ella no se diagnostica pero da por sentado que efectivamente lo padece también.
Pues primas, os cuento. Yo conozco y he tratado estrechamente con sus hijos y no he visto ningún rasgo que concuerde con ese trastorno. Pero me callo, es la madre, ella sabrá. Y de repente me he ido acordando de la época de las consultas para conseguir un diagnóstico de intolerancia alimentaria y también me empieza a escamar mucho que siempre que sospecha de algún problema, se lo diagnostiquen a los dos hijos, exactamente lo mismo y no es una sola cosa, sino varias.
La cuestión es que en ambas ocasiones, se vuelve obsesiva con el tema. Cuando la intolerancia, cada vez que hablaba con ella aunque no viniera a cuento la mentaba...con lo del trastorno, lo mismo...en las últimas semanas me ha buscado por whatsapp para hablar del tema...
Pero lo que más me extraña es que conozco a otras personas con hijos que han tenido ese diagnóstico. Y lo siente como una preocupación, un problema (que de hecho lo es). Sin embargo, mi amiga habla de ello como si fuera una especie de bendición. Mi sensación es que lo disfruta más de lo que le preocupa. Habla de que si ella y sus niños son diferentes pero especiales, que la gente con esa condición tiene como unas capacidades extraordinarias que no tienen las personas normales... El marido ni está, ni se le espera en ninguno de estos procesos.
Y a mí sobre todo me preocupan esos dos niños que ya están medicándose, y que si sigue en la misma línea, es muy posible que tengan más diagnósticos de otras cosas en un futuro.
No tengo ninguna seguridad de que mis sospechas estén fundadas, primas, y yo no soy acientífica para nada, pero por alguna razón mi instinto y mi intuición me dicen que tengan lo que tengan esos niños, a mí amiga se le está yendo la olla bastante. Tengo un caso cercano de Munchausen por poderes y me está recordando mucho a esa historia.
A ver si me podéis recomendar algo a la hora de tratar con ella. Yo había pensando sugerirle terapia, pero con mano izquierda (en plan, te vendría bien con lo sobrecargada que estás, con los niños con estos problemas y tú sola a cargo, etc). Hablar con el marido lo descarto, me parece un personaje totalmente inoperante. También dudo de que igual yo esté exagerando y todo esto es más normal de lo que parece...A ver qué opináis vosotras.
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