Explícale a tu mente que si vuelves con él, cada vez su problema de control de impulsos irá a más. Y lo alternará con etapas de "amor" para tenerte atrapada en su juego, porque si todo lo que te diera fuera malo, no te quedarías ahí.
Discutir con la pareja no puede terminar en pasar miedo porque no sabes hasta dónde puede llegar. Discutir con la pareja no es excusa para saltarse los límites del respeto al otro. Cuando dos personas se quieren, incluso discutiendo se quieren, y se cuidan de hacer o decir cosas que supongan un verdadero daño para el otro.
Cuando se pasa esa línea, cuando se recurre al insulto, a la burla y no digamos ya a la agresión física, la única opción correcta es cortar por lo sano. Porque eso no es amor, da igual lo que pase antes o después de la bronca. Cuando se quiere a alguien, no se le daña, ni se le humilla, ni se le empuja, ni se le insulta, ni se le miente.
Pon por escrito, con detalle, todas las veces que tu pareja ha pasado esa línea contigo. Todo lo que te ha dicho, lo que te hizo, sus reacciones, sus mentiras, cómo te sentiste. Ponlo todo por escrito y vuelve a leerlo cada vez que tu cerebro te quiera convencer de que en el fondo es buen chico, en el fondo te quiere, quizás yo lo provoqué, quizás yo lo hice mal, se puso nervioso, la culpa es mía...
Date tiempo y busca apoyos con los que te puedas desahogar y que te cuiden en este duelo, que te protejan y te ayuden a alejarte emocionalmente de él. Si no los tienes, contrata a una psicóloga especialista en violencia de género, ella conoce bien los mecanismos del maltrato y validará tu experiencia y te ayudará a ver la tela de araña en la que has estado atrapada.
Muchísimo ánimo, prima, un abrazo fuerte para ti.