Mayra era muy querida, su buen hacer y su simpatía se ganaron al público, entraba en nuestras casas los viernes y era una más de la familia. La recuerdo también en Antena 3 radio, ya extinta, dinámica, divertida, locuaz... la escuchábamos con frecuencia y pasabamos un buen rato con ella.
Cuando leí que se había caído tuve una mala impresión, las caídas en personas mayores son muy peligrosas, no entiendo cómo pudo estar 20 horas en el suelo sin atención, es aterrador, no me explico cómo no tenía asignado algún recurso que le permitiera tener un rápido servicio de asistencia, un pulsador, por ejemplo, de esos que se llevan colgados del cuello. Además, por lo visto tenía una fuerte depresión desde que falleció su marido, me pregunto si alguien estaba pendiente de ella, si la visitaban, no sé, hay cosas que no puedo entender.
Sí, la soledad de la gente mayor es un grave problema, un auténtico drama. Me apena mucho su muerte porque me caía muy bien y está asociada a buenos recuerdos de tiempos pasados y mejores que los actuales.
Tanto luchar en la vida, tanta admiración y cariño para acabar tirada en el suelo sin nadie que te ayude, pues claro que es para reflexionar, y mucho.
Mayra 
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