Hola, chicas! Sigo este hilo en las sombras y os agradezco mucho la info que dais. En Asturias hay esta:
Solavieya es un centro de formación situado a las afueras de Gijón (Asturias), donde se pueden realizar retiros espirituales, convivencias de formación humana y cristiana, encuentros familiares y culturales, etc.
solavieya.org
Está relacionada con lo más granado de la ciudad, del Principado y de España. Pasó, en poco tiempo, de ser un caserón viejo legado mediante herencia a palacio (como ellos mismos llaman) de lujo que veis ahora. Y sí, atendida por auxiliares, con todo lo que ello conlleva.
Solavieya es un centro de formación situado a las afueras de Gijón (Asturias), donde se pueden realizar retiros espirituales, convivencias de formación humana y cristiana, encuentros familiares y culturales, etc. A dichas actividades, pueden acudir personas de todas las edades y condición social: estudiantes, amas de casa, intelectuales, trabajadores manuales, obreros, empresarios, personas dedicadas a trabajos de servicios... La atención espiritual de las actividades que se organizan en Solavieya, están encomendadas al Opus Dei, Prelatura personal de la Iglesia Católica.
Socios del Club de Regatas visitan Solavieya
La mañana del 2 de Noviembre un grupo de 70 socios junto con el presidente y varios miembros de la Junta Directiva del Club de Regatas de Gijón, han participado en un evento en Solavieya con motivo del centenario de la visita de su Alteza Real D. Alfonso de Borbón y Battenberg a la que fue residencia de D. José Antonio García Sol, primer presidente y benefactor del citado Club de Regatas.
Los asistentes han tenido la oportunidad de conocer tanto el palacio como los magníficos jardines.
Eso sí, en los cochazos que entran, salen y frecuentan la zona, no deja de haber hombres babosos que frenan (o mandan frenar al conductor) para observar o decir
babayadas a mujeres que salen a correr o a caminar por los alrededores (es una zona muy bonita de las afueras de Gijón y en cuanto sales de la carretera general es muy tranquila). Que la fe no está reñida con la ligereza de entrepierna, vaya.